Quizá haya pasado demasiado tiempo viendo “The Walking Dead” pero la idea de estar corriendo entre varios zombies me resulta de lo más sugerente. Sin embargo sabemos que las películas no son del todo realistas, así que nada mejor que acudir a la investigación para saber cómo nos comportaríamos en el caso de un ataque de zombis.
Los zombis como factor de estrés
Según el experimento realizado en el evento llamado ZombieLab en el Museo de la Ciencia de Londres ( que aprendan otros museos a hacer exposiciones interesantes para la gente) si estuvieramos rodeados de zombis buscaríamos la salida más conocida, a pesar de que no fuera la mejor y hubiera muchas otras disponibles.
En el experimento, se probaron dos situaciones. Primero una situación sin estrés. En ese caso, las personas elegían de manera racional el camino mejor posible en la mayor parte de los casos . Sin embargo en la situación de estrés, aunque sea un estrés simulado y no real ( ningún zombi resultó herido en ese experimento) las decisiones cambiaban.
Ante la presencia virtual de los zombies, los “jugadores” optaban por la salida más conocida (que era la que habían usado para entrar anteriormente) aunque no fuera la mejor, e incluso pasando por delante de varias salidas, que ignoraban inconscientemente como si no existieran.
Lee el artículo original en inglés aquí
Conclusiones del estudio:
Como ya sabéis que me gusta sacar mis conclusiones de todo, os diré lo que hace pensar ese estudio:
1) Mantente alejado de los zombis. Aunque no tengo estudios que lo respalden, me atrevería a asegurar que las personas que viven en zonas no infectadas de zombis son más felices.
2) Quiero ir al Museo de la Ciencia de Londres otra vez. La primera vez me encantó y eso que no estaba lo de los zombis.
3) La próxima vez que estés tranquilamente sentado en tu casa con una cerveza y veas al protagonista de una película de zombis tomar una decisión equivocada, no le critiques y piensa que está en una situación de estrés.
4) Cómo es bien sabido cuando estamos en una situación estresante, nuestro cerebro racional se echa a un lado, y el cerebro reptiliano toma el poder. Bajo el mando de esa parte más antigua del cerebro sólo hay tres opciones, “luchar, huir o hacerse el muerto”, y pensar es una pérdida de tiempo. Así que no te debería sorprender que en situaciones en las que te juegas mucho actúes de una manera poco racional y que recurras a tus pautas de conducta ordinarias.
Lo mismo pasa cuando en una situación de tensión vuelves a caer en vicios que habías abandonado, o tomas decisiones que son mucho menos efectivas que las que tomas totalmente. Es como si en esas situaciones tuvieras la tendencia de ir a buscar el camino más trillado.
Por eso conviene que cuando preveas que una situación vaya a ser más estresante, entrenes antes la reacción que desees tener para que cuando la situación llegue te salga de una manera automática.
Ah, y un último consejo, cuando tengas a los zombis cerca, olvídate de todo, y corre.
Muy divertido el artículo. Sentido del humor y consejos prácticos claros.
Para que sea más práctico, ¿cómo recomendarías entrenar la reacción adecuada para esas situaciones previstas de estrés?
Te iba a responder aquí, pero pensando, pensando, al final se me fue de la mano y he escrito una entrada que publicaré cuando tenga tiempo de editarla adecuadamente. Gracias por inspirarme como siempre.
Mucho mejor que nos respondas con un artículo. Quedo a la espera.
la verdad es que el muchacho no está de muy buen ver,pero en el caso de tener una cita con él yo no me marcharía al verle,sin haberle escuchado hablar.
Cuando he leído el estrés que nos provocaría una invasión de zombis, me ha recordado que yo vivo en una zona costera que en esta época de verano multiplica su población x 10( 70% alemanes,20% franceses y 10%españoles).
Yo no puedo huir así que no me queda otra que adaptarme y para ello es importante estudiarles y conocerles.
Si quieres vivir la experiencia de encontrarte cara a cara con un semejante de zombie ,en lugar de ir al museo de Londres,te puedes venir unos dias a casa.Tengo un vecino que se llama ##### (borrado a petición de la comentarista),es un ###### (borrado a petición de la comentarista)jubilado belga que trabajó muchos años en el Congo.Tiene los ojos azul tan claro que da miedo mirarle cuando te habla,su mata de pelo (que no muy poblada pero si larga de caracolillos hasta el hombro)es de un color amarillo pollo intenso.Sus dientes totalmente nicotizados han dejado paso a un tono marronoso.Aunque pensemos que los calcetines blancos de deporte bien estirados por encima del tobillo con sus sandalias han pasado a la historia,,,no nos engañemos,,, él se los pone año tras año.
La combinación de vermudas de cuadros con camisas estampadas o con rayas, o viceversa no es lo más estresante a la vista,lo peor es un peine que siempre lleva en el bolsillo de la camisa y que va utilizando para peinar su melena según le place varios cientos de veces al dia.Da señales de vida hacia el mediodia y aún su permanente insistencia para explicarme donde se ha ido de fiesta la noche anterior, sigo resistiendome a no saberlo.Esas horas imprudentes del mediodia son sus preferidas para bajar a la playa y volver con aquel tono rosa fucsia que se convierte más tarde en prácticamente morado con la ingesta de cerveza.
Jajaja que buena la descripción de tu vecino. Deberías escribir un cuento de humor con él. Sin que se entere claro. Que los belgas en el Congo estaban acostumbrados al uso de la violencia. Entre alemanes y zombis, no se si quedarme con los zombis. Al menos los zombis no tienen el complejo de superioridad de los alemanes. Además no juegan al fútbol.
Ah y por cierto, estaremos de acuerdo en que tu vecino tiene nombre de gato.
un cuento de título ” el niño los peines y sus estropicios al caer la medianoche” 🙂
Es verdad que tiene nombre de gato y lo más curioso es que su gata tiene nombre de persona,jajaja
¡¡¡ es todo un personaje!!!!