Esta mañana he estado en el dentista. Normalmente odio el dentista, y le tengo más miedo que a la misma muerte. Pero hoy no ha sido malo ha sido una total carnicería. No entraré en detalles porque ni yo quiero contarlo ni tú quieres leerlo, pero todo eso me ha llevado a plantearme el escribir un post sobre soportar el dolor.
No hay mucha información en internet acerca de soportar el dolor.
Si buscas como soportar el dolor hay muchas referencias a la Biblia, a rezar, referencias a métodos de anestesia, menciones a un conjuro llamado “soportar el dolor” en un juego llamado Guildwars 2 ( juego que tengo por cierto) , pero a pesar de buscar entre los resultados de Google, como un mendigo en un vertedero, he tardado en encontrar nada interesante.Pero después de mucho buscar, he encontrado la referencia a métodos para conseguir aliviar el dolor.
Lo primero que hemos de hacer es distinguir entre el umbral del dolor ( que es el dolor mínimo necesario para que lo notemos) y la tolerancia al dolor ( que es el máximo de dolor que estamos dispuestos a soportar). Ambos son subjetivos, y dependen de la persona y de las circunstancias, de manera que pueden subir o bajar dependiendo del momento en que se encuentre el individuo.
También hay que distinguir entre el dolor crónico, que se produce durante un largo plazo y el dolor intenso que se da en momentos determinados de la vida de una persona ( como la visita al dentista por ejemplo)
Métodos para disminuir el dolor.
Antes de ver los métodos que funcionan, he de decir lo que no funciona. Uno no se acostumbra al dolor. La repetición del dolor en un mismo lugar lo que puede producir es la llamada hiperalgesia secundaria, que traducido signfica que como la zona ha sufrido más, está más sensible. Lo que sí puede aprender una persona es a procesar el dolor que siente.
Un método que produce efectos muy positivos es el de la respiración controlada. Es tan simple como respirar de una manera profunda, de forma lenta ( e incluso puede servir hacerlo de una manera más superficial si no es posible hacerlo de una manera profunda). Experimentos realizados en mujeres durante el parto demuestran que es una técnica muy efectiva para dolores intensos y temporales. De hecho es la que se enseña en los cursos pre-parto.
Otro método útil es el de las afirmaciones positivas. Puede que “no hay dolor” no sea lo más adecuado, pero cualquier cosa que te recuerde que eres capaz de soportar el dolor puede conseguir efectos positivos. Experimentos en atletas demuestran que los que aprendieron a internalizar las afirmaciones para soportar el dolor de sus entrenadores soportaron mejor el dolor que los que no lo hicieron.
Y otro método comprobado en muchas ocasiones es el zen. Según un estudio de la Universidad de Montreal, comparando a expertos en zen, con personas sin instrucción en zen, los expertos en zen sentían el dolor pero sin embargo no lo procesaban de la misma manera. No lo interpretaban ni lo etiquetaban como doloroso.
Según un escaner cerebral, parece que los expertos en zen eran capaces de paralizar las partes del cerebro que estan dedicadas a procesar el dolor.
Un motivo más para hacer meditación.
La próxima vez que vaya al dentista, estaré un poco menos indefenso.
Para que sientas alivio la próxima vez que tengas que ir al dentista: piensa en las personas que son alérgicas a la anestesia!!! 🙂
Entonces la única solución es emborracharse como en el oeste.
jajaja!!! ya contarás la experiencia si lo haces.
yo con dos copas ya iría más que contenta al dentista y sin parar de reír 🙂
No ves que cuando te tomas una copa y te das un golpe ni lo sientes. Por eso en el oeste lo hacían.
supongo que sentir más o menos el dolor depende de la intensidad de la copa,más que de la intensidad del golpe 🙂
es bastante creíble que fuese un dentista quién “inventó” la anestesia y en el oeste,jajaja
Para soportar el dolor lo mejor es no pensar en el, no darle importancia, sabes que al cabo de una hora más o menos ya no estarás con el dentista, que tendrá otro paciente y al final quedarás contento con el resultado, es un sufrimiento muy corto comparado con otros.
Bueno depende de con qué lo compares claro. Pero cuando estás allí lo cambiarías por cualquier otra cosa.
Caramba Iván! lo tuyo es terror del bueno, si yo fuera dentista y me encontrara con un paciente tan asustadizo como tú pues tendría que reinventarme que luego me darías mala publicidad, sabes, cuando lo estas pasando bien una hora se te pasa volando pero viceversa un minuto es eterno así que hay que imaginarse que te dolerá un pelin pero que no tiene importancia porque has cuidado de tu salud y lo mejor de todo que en una semana ni te acordarás de
tu visita al dentista. Si esto te falla le recomiendas tú blog y con suerte tendrá más empatía la próxima vez, un saludo.
Jajaj, desde luego. Un poco más y salto por la ventana. Hoy fui y no me quejé, claro que era solo para inspeccionarme jaja.
hola como estas, buscando algo sobre el dolor me encuentro con este post en enrealidad me gustó mucho ! yo tambien le tengo pavor al dentista y tengo que hacerme una serie de cirugias… imaginate como estoy…. pero creo qu el miedo nos detiene… no paraliza… mas que el dolor…. cuando estamos en el momento ( por lo menos yo) lloro pero me las aguanto….jajajaja muchas gracias por tus consejos que me han ayudado mucho en este momento el cual estoy un barril de nervios…
Ánimo Lissette. Yo el otro día fui y no me hizo nada de daño el dentista. A veces tenemos tanto miedo que luego al llegar parece que no es para tanto.