Deja vu ( déjà vu)

 

deja vu
Esta columna me recuerda mucho a otra.

Recuerdo que cuando era pequeño, veía las películas con mi madre en la salita. Cuando la película llevaba unos minutos, quizá veinte más o menos, y se había realizado el planteamiento y presentado a los personajes, mi madre solía decir siempre algo profético.

“Este va a liarse con la mujer del otro”.

“Este va a matarla para conseguir el dinero”.

O cualquier otra cosa por el estilo.

Lo realmente fascinante, es que según pasaban los minutos de la película, se iba viendo que lo que había dicho mi madre era casi siempre cierto. Lo que era inicialmente una sospecha se terminaba confirmando.

En ese momento pensaba que mi madre era una especie de maga. Estaba orgulloso de tener una madre tan lista y con dotes adivinatorias.

Pero luego he ido creciendo. Bueno creciendo al principio: Luego ya no crecía, pero iba por decirlo así madurando. Aunque tampoco sé si esa es la expresión adecuada. Digamos que haciéndome más viejo.

Y mientras pasaban los años, pasaban miles de experiencias por mi mente. Algunas, las menos, eran mías, de cosas que me habían sucedido en mi vida. Otras eran ajenas, de amigos, o de esos conocidos que serían totalmente desconocidos si no fuera por las historias que te cuentan de ellos y que terminan siendo tan importantes como sus propias personas.  Había además otras experiencias, que eran de personas a las que no conocía. Algunos personajes reales. Otras simplemente personajes de ficción.

En realidad y quitando las experiencias propias que siempre se quedan más marcadas, las otras son en realidad historias. Unas historias a veces ciertas y a veces ficticias, pero que influyen todas en nuestra experiencia de la vida.

No creas que las historias reales influyen más que las ficticias. Quizá si por ejemplo lees la vida de Casanova contando sus reales hazañas amorosas y luego ves una película de James Bond, te puedas dar cuenta de que las historias de ficción las tratamos muchas veces como si fueran ciertas, y que aunque las distingamos racionalmente a nivel emocional están al mismo nivel casi siempre para nosotros.

Y después de todas esas experiencias recibidas en mi mente, resulta que descubro en mí el poder mágico que antes atribuía a mi madre. Veo una película y salvo que sea una película muy buena ( cosa rara por otro lado) al poco rato ya imagino como va a discurrir el resto.

Podría pensar que el cine es muy previsible. Pero cuando me paro a hacer lo mismo con la realidad, me ocurre algo parecido. Una sensación de que todo se repite. De que hay un número determinado de situaciones, y que la vida, como el guionista perezoso de una serie aburguesada, ya no quiere pensar en cosas nuevas.

Podría alegrarme, y pensar que he adquirido el don de la clarividencia.

Podría entristecerme y pensar que he perdido la capacidad de sorprenderme.

O quizá más bien, puedo darme cuenta de que según pasa el tiempo, se va dando cada vez más, esa sensación de “deja vu”.  Y que es algo que no es ni bueno ni malo, simplemente es.

Pero en el fondo ya sabías que iba a acabar diciendo eso ¿verdad?

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6 comentarios en «Deja vu ( déjà vu)»

  1. En las películas no dudo que el índice de aciertos sea alto, porque lo que funciona desde un punto de vista dramático para captar el interés del telespectador es más o menos lo mismo. En especial, si no estamos hablando de obras vanguardistas o de cine experimental.
    Pero en lo que se refiere a nuestra capacidad de predecir los resultados de situaciones en las que hay seres humanos, creo que nuestros porcentajes de acierto y precisión son más bajos de lo que creemos.

    El deja vù se explica en base al reconocimiento de rasgos comunes en situaciones distintas. La atención, de manera inconsciente, por debajo de nuestro control, se enfoca en esos rasgos comunes y obvia los que no lo son. Como resultado sentimos que ya hemos vivido esa situación.
    Lo mismo ocurre cuando creemos predecir con mucha facilidad el resultado de las acciones o situaciones humanas. Hay un “sesgo de corroboración”: nos fijamos mucho en las veces que acertamos y quizá ignoramos o pasamos por alto las veces en que nos equivocamos.
    No dudo que la experiencia vital te haga predecir algo mejor las situaciones, pero no creo que esa predicción sea tan buena.

    Para evaluar más científicamente nuestra capacidad de predicción propongo:

    – Tomar nota de nuestra predicción.
    – Detallar nuestra predicción en sus elementos y en el plazo en el que creemos que se producirá. De otro modo, solo nos centraremos en los detalles que anticipamos exitosamente y no en los que nos equivocamos; además, si no ponemos plazo, es muy fácil que algo de lo que prevemos termine cumpliéndose, pero estaremos usando la misma técnica de los echadores de cartas o astrólogos.
    – Revisar nuestras predicciones meticulosamente y registrar la estadística de las veces que acertamos y las que no, y el grado de detalle con el que lo hicimos.

    De todos modos, creo que la capacidad de predicción puede mejorarse en situaciones concretas con mucha experiencia, práctica deliberada y reflexión. No solo sobre el resultado de ciertas acciones, también sobre detalles de esos resultados y sobre la dinámica del proceso de desarrollo de ese resultado. Con el tiempo, podemos mejorar nuestra capacidad de captar detalles y afinar nuestras capacidad predictivas. Y eso es algo que supongo no acaba nunca: siempre podremos acertar más y predecir más afinadamente.

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    • Es cierto lo del sesgo de confirmación, pero también es cierto que la repetición de la exposición a una conducta la vuelve mucho más previsible. No sé en donde leí que los tenistas profesionales no se mueven para golpear la pelota cuando el contrario la golpea a su vez sino que lo hacen en cuanto el contrario se prepara para dar el golpe, porque saben en que dirección lo dará. Cosa que no saben los principiantes.
      Lo mismo que se puede aplicar para el tenis, se puede aplicar para cualquier otra circunstancia de la vida. Por ejemplo en el ajedrez, lo que yo como profano podría ver como una jugada magistral, a un gran maestro le puede parecer la consecuencia inexorable de la situación de las piezas antes del movimiento.
      De todas maneras me gusta tu idea de comprobar nuestro acierto para que no se quede en una consecuencia de nuestros sesgos.

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      • Lo de los tenistas lo leerías probablemente en ‘Outliers’, de Malcom Gladwell.
        Y cierto, no es “sesgo de corroboración”, sino “sesgo de confirmación”, tal y como lo llama Kahneman y otros.
        Pero ten en cuenta que estas predicciones a las que aludes son muy a corto plazo, muy tácticas; también corresponden a situaciones muy específicas en el contexto de un juego con reglas fijas. En la vida social es un poco más complicado predecir un comportamiento individual en una situación concreta, aunque por término medio, estadísticamente, sí que se pueden predecir a veces algunos resultados.

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  2. Hola Iván:

    Me ha gustado mucho tu blog, además comparto la misma temática en el mio (pásate a echarle un vistazo cuando puedas). La verdad que siento la misma afición por temas tan preocupantes y oscuros en la actualidad como son estos, y digo lo de oscuro, por la falta de conocimiento en sí, o por la mala forma en que las personas los aprovechan.

    Bueno, te visitaré a menudo.

    Un saludo
    http://www.elexitoenvida.com

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  3. Simplemente es…y yo le llamaria experiencias de la vida, dejavu el significado va mas alla del entendimiento, ya que dejavu es recordar algo que tenemos grabado en nuestro subsconciente, depende de como aceptemos o no ese momento puede estar grabado en nuestro subsconsciente si,pero que caracteristicas nos lleva a que lo pasemos al presente. Solo nosotros aceptamos lo que es real o irreal, o lo que es lo mismo las ideas de lo que hemos vivido, puede llevarnos a pensar si asi lo deseamos volver a ese pasado…Digo deseamos porque somos nosotros quienes tenemos el poder de reconocer y aceptarlo o no. Pero el problema esta que si asignamos cualquier sonido, musica o imagen que se presente en nuestra vida automaticamente lo asignamos a ese pasado. ¿Como poder limpiarlo?, a traves de la raiz, encontrar la raiz con la cual hemos creido que fue real..Aunque existen muchas tecnicas como la regresion a vidas pasadas, la hipnosis clinica no la hipnosis que sale en television(eso no es hipnosis), o tambien la limpieza mental a traves de la musicoterapia. Pero siempre llevaba al punto de equilibrio entre el terapeuta y el paciente. Porque es sencillo escuchar musica,pero pocos saben que determinados efectos pueden influenciar en nuestro cerebro y en nuestras emociones. El efecto secundario que puede tener tomar una pastilla nos puede solucionar un problema, pero a la vez, nos puede dañar el higado, el intestino,el estomago(segun la pastilla tan fuerte que sea, por eso los farmaceuticos les dan a los pacientes protector de estomago)….

    El deja vu lo podemos ver en personas con trastorno de personalidad en algunos casos, y tambien en los sueños. Muchos tenemos sueños conscientes en los cuales recordamos cosas que ya hemos estado en determinados lugares,¿Juegos de la mente? juegos de nuestras emociones?…Aun queda mucho por experimentar en la mente

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