El amor es como la luna.

“El amor es como la luna, sino está creciendo está menguando”

Proverbio portugués.

Estamos muy equivocados con el amor.

Sabemos que hay cosas que hacen que el amor crezca. Como cuando compartimos momentos bonitos, cuando tenemos detalles con la persona que queremos, cuando disfrutamos de algo juntos, cuando hacemos que la otra persona se sienta mejor a nuestro lado.

Sabemos que hay cosas que hacen que el amor disminuya. Como dar celos, como las decepciones, como el prestar atención a otras personas, como hacer que la otra persona se sienta poco importante.

Y esas cosas son ciertas.

Pero estamos muy equivocados en una cosa muy importante.

Creemos que cuando todo eso no ocurre, el amor está quieto. Sin subir ni bajar, parado como un gato de escayola, inmóvil. Y no es así.

Cuando el amor no sube, está bajando. El amor no es como una nube, que puede estar quieto a una altura sin bajar ni subir. El amor es como un cohete. O sube o baja.

El amor es como el sol. A veces lo ves bajar rápido, a veces lo ves subir rápido, pero incluso cuando parece que está quieto está subiendo o está bajando. Tú no te das cuenta, pero siempre está moviéndose en una dirección o en otra.

¿Qué significa eso?

Significa que si una relación te importa, has de demostrarlo siempre. Que no basta con sentarte y esperar a que pase el tiempo. Que no te puedes sentar como el funcionario de una oficina de correos vacía, esperando que llegue alguna novedad.

Porque el amor no sube o baja solo. El amor sube o baja según lo que tú haces y según lo que hace la persona a la que amas. El amor sube o baja según lo que cada uno de los dos hace sentir a la otra persona.

Cómo está tu amor ahora. ¿Baja o sube?

Si está bajando, aún estás a tiempo de que suba.