El método Tesla y el método Edison
Thomas Alva Edison y Nicola Tesla tenían muchas cosas en común.
Los dos eran científicos.
Los dos trabajaban en el campo de la electricidad.
Los dos deseaban tener éxito y hacer la invención más importante de la historia.
Tantas cosas tenían en común que es casi imposible hablar del uno sin hablar del otro.
Pero además estos dos hombres tenían muchas diferencias.
Thomas Alva Edison y Nicola Tesla
Si esto fuera una película, Nicola Tesla sería el héroe y Thomas Alva Edison el villano.
Tesla era un serbio (nacido en una zona de la actual Croacia) carismático, inteligente, que hablaba muchos idiomas y se codeaba con la alta sociedad. Su altura y su elegancia se complementaban con un bigote muy cuidado y un alto sombrero.
Thomas Edison era un americano duro de oído, con pocos amigos y muy introvertido. Era descuidado en el vestido y calzaba zapatos un par de números más grandes para no tener que molestarse en atarlos y desatarlos.
Edison fue el jefe de Tesla, que prefirió volar por libre y enfrentarse con su antiguo jefe en la llamada Guerra de la electricidad. En esa disputa ( tan agria que se llamó guerra) Edison defendia la corriente directa ( DC) que era más cara y menos eficiente mientras que Tesla defendía la corriente alterna ( AC) que era más efectiva. Imposible no pensar en el grupo AC/DC ¿verdad?
Edison obtuvo el reconocimiento por la bombilla, el fonógrafo y la imagen en movimiento, mientras que Tesla con su motor de corriente alterna y su central hidroeléctrica de las cataratas del Niágara puso en marcha la electrificación del mundo.
Además mientras Edison llegó incluso a ayudar al diseño de la silla eléctrica, Tesla tenía planes visionarios para transmitir de forma inalámbrica voces, imágenes e imágenes en movimiento, lo que le convierte en el padre de invenciones como la radia, el teléfono, los móviles y hasta la televisión.
Edison tuvo un gran éxito de popularidad y económico en vida, mientras que Tesla murió arrinconado y casi arruinado. Durante muchísimos años Edison ha sido conocido en todo el mundo, mientras que solo un puñado de frikis ( lo siento chicos) conocía a Tesla.
Recientemente eso ha cambiado. Ahora es Edison el rechazado, y Tesla el admirado. Tesla aparece como un auténtico genio, y Edison como el villano que quería aprovecharse de su talento.
Ni Edison era un demonio ni Testla era un dios, ambos tuvieron aciertos y errores y ambos utilizaron ideas y tecnologías que otras personas habían investigado antes.
Dejaremos esas diferencias sin embargo para las películas, porque ambos eran grandes inventores. W Bernard Carlson, autor de un libro sobre Tesla dijo:
“Eran inventores diferentes, pero no puedes decir cuál de ellos era más grande, porque la sociedad americana necesita algunos Edisons y algunos Tesla”.
Además no he venido a hablar de inventos sino de formas de trabajar.
El método Edison
Thomas Alva Edison representa el esfuerzo, la gota que consigue perforar la pared con su insistencia.
Según Carlson, si hubieras entrado en el taller de Edison te habrías encontrado por toda la mesa cables, bobinas y partes de distintos inventos.
Edison fue famoso por decir después de un nuevo fracaso en su proyecto de crear la bombilla la famosa frase:
“No he fracasado, solo he encontrado 10000 maneras que no funcionan”
Para Leonard De Graaf, autor de un libro sobre Edison, el mayor legado de Edison no fue ninguna patente concreta, porque si no las hubiera inventado él, las habría inventado otra persona. Para DeGraaf la mayor aportación de Edison fueron sus fábricas de invenciones, que divieron el proceso de innovación en pequeñas tareas realizadas en paralelo por legiones de trabajadores. Habia equipos trabajando en diferentes patentes, lo que aseguraba que todos tuvieran financiación aunque un proyecto se retrasara o fracasara.
El método Tesla
Tesla representa la intuición. Tenía lo que se llama una memoria eidética. Era capaz de recordar los objetos y las imágenes con enorme viveza. Y no solo era capaz de recordar sino también de imaginar. Tenía un poder fabuloso de imaginación que con el tiempo aplicó a las invenciones. Carlson dice que “verdaderamente creaba los inventos en su imaginación” tras solo un par de dibujos preliminares.
El propio Tesla lo cuenta en su libro “Yo y la energía”.
“Cada noche, y en ocasiones durante el día, cuando estaba solo, comenzaba mi viaje, veía nuevos lugares, ciudades y países, vivía en ellos, conocía gente, trataba amistades y, por muy increíble que parezca, es un hecho que estas personas me eran tan queridas como las de la vida real y no resultaban ni un ápice menos apasionadas en sus manifestaciones.
Esto lo hice de manera constante hasta que tuve unos diecisiete años, cuando mis pensamientos se dirigieron seriamente a la invención. Entonces, observé para mi deleite que podía visualizar con gran facilidad. No necesitaba modelos, dibujos o experimentos. Podía representarlos en mi mente como si fueran reales. Así fui conducido de manera inconsciente a desarrollar lo que considero un nuevo método de concretar conceptos e ideas ingeniosas, que es radicalmente opuesto al puramente experimental y que, en mi opinión, es mucho más expeditivo y eficiente. Cuando alguien construye un dispositivo para llevar a la práctica una idea rudimentaria, de manera inevitable se encuentra a sí mismo enfrascado en los detalles y defectos del aparato. A medida que va mejorándolo y reconstruyéndolo, la intensidad de su concentración disminuye y pierde de vista el gran principio subyacente. Se pueden obtener resultados, pero siempre sacrificando la calidad.
Mi método es diferente. Yo no me precipito al trabajo real. Cuando tengo una idea, comienzo por conformarla en mi imaginación. Cambio la construcción, hago mejoras y manejo el dispositivo en mi mente. Para mí es absolutamente irrelevante si la turbina está funcionando en mi cabeza o si la pruebo en el taller. Incluso percibo si está desequilibrada. No hay absolutamente ninguna diferencia, los resultados son los mismo. De este modo, soy capaz de desarrollar y perfeccionar rápidamente un concepto sin tocar nada. Cuando he ido tan lejos como para incorporar al invento cualquier mejora que pueda concebir y veo que no hay fallo alguno por ninguna parte, entonces le doy forma concreta a este producto final en mi cerebro. Invariablemente, mi dispositivo funciona tal como había concebido que debería hacerlo, y el experimento sale exactamente como lo había planeado. En veinte años no ha habido una sola excepción. ¿Por qué iba a haberla?”
El método Edison o el método Tesla
La cuestión no es tratar de determinar qué método es mejor. La cuestión es darnos cuenta de que se pueden lograr resultados históricos usando cualquiera de los dos.
Habría sido estúpido que Edison intentara crear los inventos en su imaginación, porque no tenía facultades para ello. Habría sido absurdo que Tesla hiciera mil intentos previos de construir algo.
Cada persona ha de aprovechar sus talentos y facultades. El talento está sobrevalorado, pero a veces se infravalora la personalidad. Desde que somos niños tenemos una manera de ser. Podemos matizarla, pero sería absurdo intentar ser quienes no somos. Es mucho mejor conocer lo que somos y buscar nuestro propio camino.
Si te interesa el tema de Tesla, aquí tienes su libro, en el que se incluye la cita anterior.
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