Seguramente cuando tengas un problema te darán dos clases esenciales de consejos: uno, que te ocupes del problema y lo resuelvas de inmediato. Otra, que intentes relajarte un poco haciendo otra cosa o “consultándolo con la almohada” y que después decidas. Un reciente estudio sobre empresarios examinó la eficacia de estas estrategias.
En un reciente estudio del 2012 se han comprobado los efectos de las dos técnicas esenciales de hacer frente a los problemas en el caso de empresarios en momentos iniciales ( lo que se llama por todos lados “emprendedores” pero no me gusta esa palabra).
El estudio realizado por la Universidad de Colorado Boulder examinó las respuestas de 156 empresarios, considerando como experimentados a todos aquellos que hubieran estado involucrados previamente en al menos una start-up. ( Supongo que es un poco irónico que si tu primera start-up se convierte en Facebook no se te considere experimentado, pero algún criterio hay que establecer).
Se trató de determinar en el estudio si las personas estaban bien psicológicamente, ( preguntándoles acerca de su capacidad de concentración y de sus patrones de sueño). Y se les preguntó por la frecuencia con la que habían usado los dos mecanismos principales de hacer frente a los problemas:
Uno es la “estrategia de evitación” que consiste como su nombre indica en olvidarse del problema y hacer algo que distraiga de él. Por ejemplo si te vas a cenar fuera, a tomar una copa, o a ver un partido de tu equipo.
La otra es la “estrategia activa”, que vendría a ser lo que se ha llamado toda la vida “coger el toro por los cuernos, y enfrentarse al problema.
El resultado del estudio es que los empresarios con más “horas de vuelo” e incluso los intermedios eran capaces de aprovechar la estrategia de evitación, y de conseguir mejores resultados con ella. Sin embargo los empresarios novatos, no solo no se aprovechan de esa estrategia sino que se sienten peor cuando lo hacen.
Para el doctor Foo ( no me digas que el nombre no queda bien) el tomar descansos produce efectos indeseados en los empresarios novatos porque se sienten culpables si abandonan el puesto de combate, y por tanto sufren mucho más estrés.
Pienso que las dos técnicas van de la mano.
Creo que en caliente y sin pensar mucho es mejor no intentar resolver ningún problema(de envergadura considerable) pq tenemos más opciones de error al no tener tiempo de analizar el problema y sus consecuencias.
Una vez nos encontramos con el problema,y lo tenemos bien definido,es bueno salir de él,despejar la mente y mirar desde fuera para poder ver todo lo que le rodea,todas las posibles soluciones,para después volver a entrar en él y actuar.
El estratega activo sería el que se pone a subir una montaña a toda pastilla sin parar y sólo mirando hacia arriba sin darse cuenta que no lleva ni equipamiento ni sabe donde están las bases de descanso.
El estratega evitativo irá subiendo poco a poco,descansando,seguramente habrá podido tener la mente clara para pensar en llevar el equipo apropiado,pero si se para demasiado a contemplar el paisaje se le hará eterno subir.
El tercer estratega,que sería la combinación de los dos,irá con buen equipo,descansando pero a ritmo ligero,para mí es el que llegará antes a la cumbre o solución del problema.
un saludo.
¿Por qué tengo siempre la sensación de que al final siempre que hay dos opciones la verdad suele estar en mitad de las dos?
Supongo que pq normalmente si hay dos opciones,son muy diferentes y no es “recomendable” estar,pensar ni vivir en los extremos,entonces buscamos algún punto intermedio que aproveche la parte buena de las dos opciones.
Es muy probable que sea así, que la solución no esté al 100% en ninguno de esos lados. Un saludo.
Perdón, en la respuesta a tu pregunta no he puesto mis datos y ha salido como anónimo.
Disculpa.
Es que unas veces te funciona una y otras la otra, de todos modos, como empresaria en momentos iniciales, es que hay veces que no consigo despegar el pensamiento de mi mente por mucha distancia que quiera tomar…quizás por eso, la respuesta correcta, está en medio de ambas opciones..
A mí, que no soy empresario ni en inicio ni en fin, también me cuesta separarme de los problemas. Yo creo que es por mi naturaleza que es de lanzarse a resolver los problemas, y mi poca paciencia. Un saludo Mar.