La curiosidad es para algunos un vicio, para otros sin embargo una gran virtud. Ya Einstein dijo “No tento un talento especial, solo soy apasionadamente curioso”.
Puede que el bueno de Albert tuviera razón o puede que no, pero está claro que sin curiosidad no se produciría ningún avance. La importancia de la curiosidad en la creatividad de todo tipo también la vemos en nuestro curso gratuito de creatividad, cuando hablamos del elemento de “preguntar”.
Cuando somos curiosos nos preguntamos por el mundo, nos preguntamos por lo que somos. Y es entonces cuando hacemos el esfuerzo necesario para aprender.
¿Cómo se produce la curiosidad?
La teoría más conocida es la de George Loewenstein que habló del “curiosity gap”:el hueco de la curiosidad. Según ese autor, la curiosidad se siente cuando hay un huego entre lo que sabemos y lo que querríamos saber, y por ello describe la curiosidad como un picor.
Es como cuando lees un titular misterioso en las noticias o en un blog. Y no puedes evitar pulsar para saber qué es lo que hay detrás. El pulsar en el vínculo sería el equivalente de rascarte.
En recientes investigaciones se ha descubierto que la curiosidad produce un efecto semejante al de la recompensa anticipada, inundando nuestro cerebro de componentes químicos que nos inducen a buscar esa recompensa.
También se ha descubierto que la curiosidad activa la memoria, de manera que si consigues tener curiosidad de verdad por algo, es mucho más probable que recuerdes lo que has aprendido sobre el.
Cómo manejar la curiosidad
Basándome en lo que es la curiosidad creo que para usarla adecuadamente hemos de tener en cuenta lo siguiente:
1. Es importante que se trate de un tema que interese a la persona.
No es necesario que considere que sea un asunto importante. Al contrario puede ser de lo más banal, pero la persona lo ha de considerar interesante.
Si estás hablando de los escarabajos peloteros y yo no tengo interés en los escarabajos peloteros es muy difícil que nada de lo que digas me pueda generar curiosidad.
2.Hay que crear un hueco entre lo que se sabe y lo que se desea saber.
Si el mensaje se alinea con lo habitual no llama en absoluto la atención. Sin embargo si el mensaje va en contra de lo que se espera suscitará mucha más curiosidad.
Compara estos dos mensajes:
La subida de los robos en la vía pública en España es muy mala para el turismo.
La subida de los robos en la vía pública en España puede beneficiar el turismo.
¿Cuál llama más tu atención? El segundo supongo.
3. La tensión producida por la curiosidad ha de ser la justa.
El descubrimiento prometido no ha de estar demasiado cerca ni demasiado lejos.
Si la persona piensa que la respuesta está demasiado lejos, que es demasiado inalcanzable, no tendrá curiosidad. Dejará estar el tema.
Si por otro lado la persona intuye cuál va a ser la respuesta tampoco tendrá demasiada curiosidad por ella.
Si lees un artículo con 7 consejos para conseguir que tu blog suba su popularidad, la gran mayoría de las personas que haya leído ese tipo de entradas con anterioridad asumirá que conoce muchos de esos consejos o incluso todos. De manera que es como si inmediatamente después de sentir el picor de la curiosidad se hubieran podido rascar.
4. La curiosidad se ha de usar para arrancar no para hacer todo el viaje.
La curiosidad no es eterna. Como cuando alguien te promete algo que te gusta, al principio tu interés será muy grande, pero si no lo consigues irás perdiendo interés poco a poco hasta que tu interés desaparezca del todo.
Por eso la curiosidad es como un empujón inicial, como la primera fase de un cohete que produce un impulso hacia delante. Sin embargo si después no se usa alguna otra cosa para mantener vivo el interés, la curiosidad no será suficiente.
Como metáfora podríamos decir que si nuestro objetivo es la seducción, sea comercial, personal o amorosa, la curiosidad sería la que pondría a la persona mirándote a la cara con ojos brillantes. Después de ese momento es cuando tú tendrías que ser capaz de convencer a la persona de lo adecuado de tu proyecto o persona.
5. La curiosidad una vez despertada ha de ser saciada.
No hay nada más desesperante que la sensación de engaño que tenemos cuando planteado un problema que ha llamado nuestra atención, y habiéndo corrido tras su solución, descubrimos que se nos hurta la respuesta. Por eso hay que dar una respuesta, aunque es difícil satisfacer la curiosidad cuando se ha despertado demasiada.
El problema con levantar demasiada curiosidad es que es extremadamente complicado satisfacerla después. Es un problema muy frecuente con libros con toques semi-mágicos que no quieren caer en lo sobrenatural. Recuerdo por ejemplo el caso del nombre de la rosa, en el que dos investigadores intentan encontrar un poderosísimo manuscrito en un convento italiano de la Edad Media. No revelaré lo que ocurre, pero si diré que después de tanta curiosidad generada, la solución no puede ser sino un poco insatisfactoria.
En realidad esa insatisfacción es la propia de todos los deseos satisfechos: sean sexuales, alimenticios o de cualquier otro tipo. Una vez que se genera el deseo y este va creciendo más y más cada vez, al llegar el momento de cumplirse, siempre nos queda un poco la sensación de que no ha sido tal y como lo esperábamos.
Y siguiendo mis propios consejos no puedo dejar de dar respuesta a lo planteado en el título.
La curiosidad mató al gato.
Pero hizo bien.
La curiosidad nació para tentarnos
Y, si el gato si no hubiera tenido curiosidad
¿ Habría sido un gato?
Esta mañana un cliente ,me ha regalado un panettone con una botella de champán.He agradecido el detalle y lo he guardado sin más hasta llegar a casa.
¿qué ha pasado?
que yo he visto manchitas oscuras por encima y he pensado que eran pasas………pero he leído la etiqueta y entonces he visto “panettone de chocolate”,las pasas no eran pasas,era chocolate y por dentro también tenía chocolate.
Automáticamente mi curiosidad se ha puesto alerta,pq nunca había comido uno de chocolate.
He pensado:no lo abras,espérate dos dias y te lo llevas de detalle para cenar en nochebuena…….pero he sido tentada y la curiosidad ha podido conmigo…..lo he abierto y me he comido dos trozos.
mi curiosidad ha sido despertada por algo de mi interés,no he podido resistir la tentación,he caído,lo tenía delante y de fácil y rápido acceso.
También pienso que he hecho bien pq ya lo he disfrutado,por si no hay mañana y no he sentido insatisfacción, al contrario,ha sido muy satisfactorio 🙂