¿Alguna vez has pensado que todo salía mal porque una persona quería perjudicarte?
¿Alguna vez has creído que el mundo estaba lleno de personas malvadas que buscan tu perdición?
Si es así, necesitas conocer el principio de la navaja de Hanlon.
La navaja de Hanlon dice que no atribuyas a la maldad lo que puedas explicar con la estupidez.
La navaja de Hanlon y la Navaja de Ockham
Esto va de navajas. La navaja de Hanlon es una aplicación del principio más general de la navaja de Ockham. La navaja de Ockham nos recuerda que la causa más probable de un suceso es la que más sencilla y que requiere menos suposiciones o como dicen en Estados Unidos si algo parece un pato se mueve como un pato y hace el ruido de un pato muy probablemente es un pato.
Si estoy en casa y se oye de pronto el sonido del comedero del gato cayendo, existe la posibilidad de que sea un ladrón que se ha introducido en la casa sin ser oído, que ha llegado a la habitación del gato y que buscando encontrar algo de valor haya tirado el comedero. Pero esa explicación requiere suponer muchas cosas. Por eso es casi seguro que la explicación será que el gato que otra vez está haciendo de las suyas.
Esto también se llama en las ciencias principio de parsimonia. Y en virtud de él, la más aceptable explicación de un suceso,fenómeno, o evento es el más simple, el que implica menos entidades, asunciones o cambios.
La navaja de Hanlon
La navaja de Hanlon nos dice que no debemos atribuir a la maldad lo que se puede atribuir a la estupidez. No es necesario crear enormes teorías conspirativas cuando la falta de inteligencia o diligencia de otras personas puede explicar ese mismo hecho.
Como dijo el autor J Porter Clark ( haciendo una un guiño a las famosas leyes de Arthur C Clark) cualquier incompetencia suficientemente avanzada es indistinguible de la malicia.
El general alemán Kurt von hammerstein-Equord hizo una versión más elaborada
“Divido a mis oficiales en cuatro grupos. Los hay listos, diligentes, estúpidos y perezosos. Normalmente se combinan dos características. Algunos son listos y diligentes, su lugar es el cuartel general. El siguiente grupo son los estúpidos y perezosos, normalmente forman el 90% de cualquier ejército y son adecuados para las labores más rutinarias. Las personas que son a la vez inteligentes y perezosas están cualificados para el mayor liderazgo porque poseen claridad intelectual y la compostura necesaria para tomar decisiones difíciles. Pero se ha de tener cuidado de las personas que son estúpidas y diligentes no se les debe dar ninguna responsabilidad porque solamente causarán problemas.”
Si piensas que el objetivo de las personas es perjudicarte a ti es muy probable que esté incumpliendo el principio de la navaja de Hanlon, las personas se mueven para conseguir sus propios fines y rara vez se mueven para que tú no consigas los tuyos.
Una aplicación muy interesante de la navaja de Hanlon, es la que se hace un comentarista de la página Lesswrong.
Nunca asumas la malicia cuando la estupidez es suficiente.
Nunca asumas la estupidez cuando la ignorancia es suficiente.
Nunca asumas la ignorancia cuando el error perdonable es suficiente.
Nunca asumas el error cuando la información que no has tenido en cuenta es suficiente.
Normalmente pensamos en la maldad, pensamos en la ignorancia de los demás, pensamos en sus errores pero y ¿si simplemente no tenemos la información que explica por qué se comportan así?
Seamos un poco mejor pensados y seguramente nuestra vida será mucho mejor
Comparto totalmente lo dicho.-