En una entrada anterior, hice una crítica ( constructiva claro) de la técnica del pomodoro y di 8 razones para no usarla.
La táctica del pomodoro consiste en dividir tu tiempo en períodos de una duración fija ( entre 25 minutos y una hora según los gustos) para hacer lo que tengas que hacer. .
Uno de los lectores que comenta esa entrada me ha propuesto dar una alternativa, y como me gusta mucho satisfacer las peticiones de los lectores, daré la que para mí es la mejor alternativa al sistema del Pomodoro.
Tratar de manera diferente lo que es diferente.
El problema básico de la técnica del Pomodoro es que se trata de una distribución del trabajo que no nace de la naturaleza de lo que haces, sino que es una división impuesta ( o autoimpuesta) desde fuera. Además no distingue según el tipo de trabajo que sea.
Y creo que las tareas se han de tratar de manera muy diferente según la complicación y la naturaleza de la materia.
Quizá yo puedo estar 60 minutos siguiendo un curso de aprendizaje, pero me resulta absolutamente insoportable dedicarle más de 20 minutos de un tirón a hacer la declaración de la renta.
Si sigo el sistema de pomodoro y establezco para ambas cosas un pomodoro de 40 minutos, solo conseguiré cortar a medias mi curso de aprendizaje, y procrastinar como un demonio para no tener que dedicar 40 minutos seguidos a algo tan aburrido como la declaración de los impuestos.
La ley de parkinson.
La Ley de Parkinson, enunciada por el británico Cyril Northcote Parkinson en 1957, afirma que “el trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para que se termine”.
Eso quiere decir que si haces un pomodoro de 30 minutos para una tarea pueden pasar tres cosas:
Que la tarea ocupe justo el tiempo del pomodoro, en cuyo caso todo es perfecto e idílico.
Que la tarea ocupe más, y al llegar el tiempo del pomodoro te quedes a medias.
Que la tarea ocupe menos, pero como sabes que tienes destinado el tiempo del pomodoro, se aplique la ley de parkinson y lo que debería llevarte 15 minutos que acabe llevando 30.
Hace poco tiempo leía en un libro el caso de una compañía de mensajería. Tenían la conexión de todos los vuelos para cambiarse los paquetes en un lugar, y allí no se cumplían los horarios casi nunca. Siempre se iba con retraso y todos los vuelos tenían que esperar. Hasta que de pronto un directivo se dio cuenta de que el problema era que los trabajadores cobraban por horas. Así que les interesaba estar más tiempo del necesario cambiando los paquetes de avión. Se pasó a pagar por resultados, y de pronto todo empezó a acabarse a tiempo.
El método del pedazo de tarta.
No seas tragón. Esto no tiene nada que ver con comerse una tarta. Es solo un nombre que se me ha ocurrido.
Toma la tarea que vayas a realizar, y divídela en pedazos. Cada pedazo será una unidad de concentración.
Para saber como dividir la tarta has de considerar:
La dificultad de la tarea.
Las divisiones dentro de la misma.
La motivación que tienes para ocuparte de ella.
La resistencia que tienes a empezar algo nuevo.
Y distribuirla en tantos pedazos como períodos de atención le puedas dedicar. El descanso es como el lugar por el que cortas la tarta. El cuchillo entra por ahí y piensas: “no me voy a comer más tarta que esta de una vez”. Con las tareas pasa lo mismo, haces cada pedazo diciendo: “No voy a hacer más trabajo que este en esta sentada”.
Una vez hecha la distribución cada pedazo durará lo que tenga que durar. En todo caso siempre puedes hacer paradas si te encuentras cansado. Nadie te lo impide.
Al momento de terminar cada pedazo, puedes cambiar tu distribución de los pedazos siguientes, si te das cuenta que era más fácil o más difícil de lo que pensabas que sería.
Otra ventaja adicional es que no necesitas ninguna aplicación, ni temporizador en forma de tomate, de huevo o de gallina para seguir este sistema. Es natural y sencillo de aplicar. Basta con distribuir los pedazos de tarta en tu mente o en un papel.
Objecciones probables.
Seguro que esta entrada recibirá unas cuantas críticas de “pomodoristas” que desearán defender su método y atacar el mío. Me parece justo.
Supondré una serie de objecciones evidentes y trataré de resolverlas.
– Usando tu método no sabes cuanto tiempo te va a llevar algo.
Es cierto. No lo sabes. Pero la única manera de saber el tiempo que necesitarás para hacer una cosa es destinarle una cantidad de tiempo superior a la que en principio sería necesaria. Tampoco en la técnica del pomodoro sabes el tiempo que necesitarás para conseguir un determinado resultado. Puedes decir: “dedicaré 4 pomodoros a estudiar ruso”, y así a las 14.00 habré acabado con el ruso. Muy cierto, pero no sabes si habrás llegado a la lección 6 o a la 9. Y también con mi método puedes acabar a las 14.00 si tu madre te llama a comer. Basta con mirar el reloj y decir “Oh Dios mío, son las dos y yo estudiando ruso”.
Tu método no te permite descansar adecuadamente.
Claro que sí. Haces lo que tienes que hacer y descansas. Y si resulta que te cansas antes pues paras.
Promueve la procrastinación porque no tienes un tiempo determinado para hacer las cosas.
No, no tienes un tiempo pero tienes una materia. Si te paras antes es porque no puedes más o porque eres un vago, y eso mismo pasa en el método del pomodoro. Decir que estarás 30 minutos con algo no garantiza que lo vayas a estar.
Me gusta más el nombre de Pomodoro.
A mí también. Qué le vamos a hacer.
El gurú de la productividad X dice que…
El aprendizaje es una cosa de hombres ( y mujeres) y no de nombres. Puede venir el mismo David Allen a decir algo que si yo veo que para mí no funciona lo dejaré de aplicar.
Es más sano el pomodoro que la tarta.
Es verdad. ¿Pero qué está más rico?
Espero vuestras opiniones, críticas e improperios.
Mira si que me encantó, ha sido mi método de toda la vida y no lo sabía, es muy útil y lo bueno es que me puedo comer la tarta entera o ponerme a dieta y comerme otra cosa jeje
No entendí tu explicación ????
Siempre hay métodos alternativos….Yo lo del pomodoro sigo sin encontrar por donde cogerlo. En mi planificación natural/habitual utilizó el método de la tarta.
Yo uso el metodo de la naranja. Es como el pomodoro, pero la naranja es mas redonda, asi que el tiempo es mas redondo: una hora redonda.
Es igual de estupido que el metodo de pomodoro
Al menos es más dulce.