Quizá ni siquiera la manzana de Adán y Eva es tan famosa. Está en todos los centros comerciales, en todas las películas americanas, en muchos de los aparatos que tienes por tu casa.
Por supuesto me refiero al logo de Apple. El famoso logo de la manzana.
Pero espera… ¿realmente es tan famoso?
Hagamos una prueba.
Dime, del uno al 100 ¿qué confianza tienes en ser capaz de recordar el logo de Apple?
Coge un bolígrafo y dibuja en un papel el logo de Apple. Si no tienes un bolígrafo cierra los ojos e intenta en unos segundos dibujarlo en tu mente.
Bien.
Ya tienes tu dibujo. Ahora compáralo con el verdadero logo de Apple que puedes ver en este link.
¿Lo hiciste bien?
Si no lo hiciste bien, no te preocupes. Parece que es lo habitual.
Recordar el logo de Apple no es tan fácil.
En un experimento ( Blake y otros 2014) se trató de comprobar la facilidad con la que unos estudiantes eran capaces de recordar el logo de Apple.
En un primer experimento los estudiantes dibujaron el logo, y luego juzgaron su confianza en que el dibujo estaba bien hecho. Después se calificó el resultado considerando la exactitud en la forma, en el tamaño y lugar del mordisco en la manzana, en la forma de la hoja y en la orientación. De todos los estudiantes solo uno dibujó la manzana perfectamente. 7 lo hicieron con unos errores mínimos, mientras que el resto cometió numerosos errores. Los errores los cometieron tanto usuarios de Apple como de PC, aunque los de Apple lo hicieron ligeramente mejor.
La confianza que los estudiantes habían mostrado en que sus dibujos estaban bien ( 5,47 sobre 10) no se vio reflejada en los resultados, aunque los que tenían más confianza acertaron más que los que no la tenían.
En un segundo experimento se introdujo una variación. Se les preguntó a los estudiantes por su confianza en su capacidad para recordar el logo antes y después de hacer el dibujo. Se ve que el ponerse manos a la obra influyó en su confianza, porque después de hacer el dibujo su confianza cayó en un 55%. Y era justificado porque los dibujos eran tan malos como los del primer experimento.
Según los investigadores, el hecho de ser sobreexpuestos a algo hace que dejemos de prestarle atención. La gente se forma una imagen de la esencia del logo (“es una manzana”) y luego al recordarlo usa esa esencia en lugar del verdadero logo.
En un estudio de 1970 se comprobó que ocurría lo mismo con el diseño de un penique.
Este experimento me recuerda una prueba que alguna vez he escuchado a lo largo de mi vida. Consistía en no mirar el reloj, y tratar de adivinar si el reloj ( si no era digital claro) tenía en la esfera los números de cada hora o solo algunos. Y si en caso de tener los números estaban en numeración árabe o numeración romana. Parece una tontería pero es muy complicado.
Actualizaremos, siguiendo las predicciones de los autores de la investigación ese juego. Seguro que has visto muchas veces la pantalla de Google. ¿Recuerdas que colores tiene cada letra? Rojo, azul, quizá amarillo. No sé, yo soy un desastre en esto. Pero ahora al menos sé que no soy el único.
olvidar es muy necesario
Claro. De hecho hay un cuento muy interesante de Jorge Luis Borges sobre una persona que no puede olvidar.