Muchas veces oímos que “debemos ser valientes” “debemos luchar” “debemos intentarlo”. Y normalmente siempre pensamos que todo eso se refiere a una situación fundamental en nuestra vida en la que nos lo jugamos todo a una carta. En realidad sin embargo la vida está hecha de muchas pequeñas cosas, en las que debemos decidir si actuamos o no. Y si no lo hacemos estamos realizando una microevitación.
Microevitaciones.
Paso delante de una caseta de libros. Estoy buscando un libro, pero considero que es un libro bastante difícil de encontrar . Me digo a mí mismo que la caseta no parece especialmente surtida y sigo hacia delante, pero con una cierta sensación de que debería haber preguntado.
Estoy comiendo en un restaurante. En la mesa de al lado hay unas quinceañeras que elevan las voces con la misma facilidad que un político español los impuestos. Me siento incómodo. Pienso que quizá estaría bien cambiar de mesa. Me planteo decírselo al camarero, pero finalmente no lo hago. Me siento un poco cobarde.
¿Que son las microevitaciones?
Las microevitaciones son esas situaciones en las que realizamos un acto de cobardía de baja intensidad. Evitamos realizar algo que no tiene una gran importancia, pero cuyo evitación nos hace sentir mal y disminuye nuestra autoestima.
Si consideramos nuestra autoestima como un conjunto de fichas de poker, las microevitaciones son pequeñas pérdidas de una ficha. En sí mismas no son desastrosas, pero al igual que un acto positivo por pequeño que sea crea una dinámica positiva, un acto negativo por pequeño que sea puede ser el fundamento de una dinámica negativa.
Así la fórmula de la microevitación sería:
Acto fácilmente realizable que podría suponer un pequeño resultado positivo.
+
Deseo de realizar el acto
+
No realización del acto sin un motivo que lo justifique.
=
Sensación de pérdida de autoestima.
¿Has notado alguna vez en ti una microevitación?.
Seguro que sea como sea tu forma de ser alguna vez has microevitado algo. Y seguro que también te has sentido muy mal.
Las microevitaciones sin embargo al igual que son un peligro, son también una interesante oportunidad. ¿Una oportunidad para qué?
Una oportunidad para mostrar tu coraje y superar esas microevitaciones, haciéndoles frente y realizando pequeños pero fundamentales actos de valor.
Qué mal me siento después de una microevitación! Hay una fuerza superior que en el momento te “obliga” a no hacerlo, pero no había reparado en la negatividad que aporta a la larga. A la siguiente tendré en cuenta este post a ver si no me contento.
Yo Gorka cuando supe lo que eran, me plantee cómo era posible el no haberme dado cuenta de su importancia. Pero una vez que piensas en ellas, es difícil olvidarlas y te das cuenta de lo importante que es tenerlas controladas. Espero que tengas suerte.