En muchas ocasiones hemos hablado en esta web de las ventajas de la meditación. Constamente surgen estudios comprobando su eficacia en campos distintos.
¿Puede un entrenamiento en meditación ayudar también a concentrarse más estudiando?
En un estudio publicado en la revista Frontiers in Human Neuroscience( Morrison y otros, 2014) se enseño meditación a un grupo de estudiantes en clases de una hora a la semana durante 7 semanas.
Al principio del experimento no había diferencias entre los dos grupos. Sin embargo en las pruebas realizadas más adelante, se descubrió que los estudiantes que tuvieron el entrenamiento en meditación, fueron más capaces de mostrar atención de forma sostenida, y declararon menos tendencia a que su mente vagara. Una de las circunstancias que muestran que la atención era mayor, es que los estudiantes entrenados tenía una velocidad de respuesta más estable que los no entrenados en meditación. A diferencia de otros estudios anteriores, no se encontró una mejora en la memoria de trabajo.
Durante el entrenamiento de meditación, el instructor recordaba a los participantes cuando su atención vagaba, volverla al objeto del ejercicio ( por ejemplo la respiración). Gracias a eso, durante las pruebas, al sentir que la atención vagaba, los estudiantes recordaban centrarla de nuevo en la tarea.
La meditación es el entrenamiento de la mente.
Practicar cualquier actividad de una manera adecuada hace que la ejecución sea más sencilla. Es como si nuestra mente aprendiera un camino, y cada vez le resultara más fácil recorrerlo.
Si has de aprender el swing de golf, cuanta más veces lo realices de manera correcta, más fácil será que te salga el swing perfecto durante el juego. Si practicas un movimiento de tenis correctamente muchas veces, al llegar el partido el movimiento te saldrá de forma natural.
A veces olvidamos que con la mente pasa lo mismo. Cuantas más entrenemos la mente para mantener la atención donde queremos, más fácil será que podamos controlarla cuando lo necesitemos. La investigación que menciono en este artículo habla del estudio, pero de la misma manera podría predicarse seguramente de las situaciones laborales o de las situaciones personales en que necesitamos rendir al máximo.
La meditación es el equivalente en la mente, a lo que el ejercicio es al cuerpo. Una manera de ponernos en el tono adecuado, una forma de reforzar nuestra mente, una manera de estar preparado para todo lo que tenga que venir.