Hay muchas cosas en que las sociedades actuales son superiores a las primitivas. No cabe duda de eso. Pero también es cierto que las sociedades primitivas funcionan con la experiencia conseguida por el paso del tiempo.
En su libro El mundo hasta ayer Jared Diamond nos cuenta cómo funcionan las sociedades primitivas que aún existen para que podamos aprender de ellas.
Hijos
Los niños están mucho más en contacto con los adultos. No van aislados en carritos ni tienen sus propias habitaciones. Tienen más relación con otros adultos que no son sus padres y los abuelos participan de una forma muy constante en su cuidado. Cuando lloran, las madres suelen acudir rápido a calmarles. Lloran menos tiempo que los niños de sociedades modernas.
El trato con los extraños
En las sociedades más primitivas cuando alguien se encuentra con un desconocido la respuesta es correr o luchar. Al pasarse de las tribus de decenas de personas a los reinos con miles de personas el contacto con otros es más frecuente y se crean unas reglas para relacionarse con los extraños que son la base de las religiones.
La guerra
En las sociedades primitivas la guerra es casi constante. En las tribus, la guerra no es por cuestiones religiosas sino por venganza personal contra los miembros de otra tribu, que suelen ser conocidos. Las sociedades primitivas son conscientes del horror de la guerra.
La religión
La religión se mantiene en algunas sociedades modernas como Estados Unidos porque aunque la ciencia da respuestas a muchos misterios, no es capaz de ofrecer el significado que ofrece la religión.
Las enfermedades
En las sociedades primitivas las enfermedades contagiosas hacen estragos. Sin embargo las enfermedades no contagiosas, como la hipertensión, los ataques al corazón o la diabetes son prácticamente desconocidas.
El alcohol, las drogas y los accidentes de tráfico son causas de muerte extremadamente habituales en las sociedades modernas que no se dan en las tradicionales.
Funciones de los sexos
Mientras en las sociedades cazadoras-recolectoras las funciones de los dos géneros son parecidas, en las sociedades agrícolas o ganaderas hay un mayor reparto de funciones por género.
El respeto a los ancianos
En las sociedades primitivas el conocimiento de los ancianos es muy valioso, así que son muy respetados. Frecuentemente son los que hacen herramientas, armas y cestos. La llegada de la escritura permite transmitir el conocimiento y hace esa experiencia menos valiosa.
Abajo tienes el libro de Jared Diamond donde trata estas y otras muy interesantes cuestiones.