Cada vez está más claro que el cerebro no es igual que un ordenador.
Tenemos la tendencia a imaginar que recordar es como pinchar un archivo con el ratón y darle a reproducir. Pensamos que simplemente tomamos ese recuerdo tal y como está en la memoria y lo recuperamos fielmente.
Sin embargo las cosas no son así. La ciencia ha demostrado que cada vez que recuperamos una memoria estamos reconstruyéndola y alejándola un poco de lo que fue la experiencia original.
Pero hay algo más. Ahora también sabemos que cada vez que recordamos algo, estamos olvidando otra cosa.
Recordar es olvidar.
En un estudio (Wimber et al 2015) se ha comprobado algo que algunos científicos ya sospechaban. Cuando se recuerda una memoria, nuestro cerebro olvida un poco otras memorias similares.
El estudio examinó con un gran nivel de detalle la actividad cerebral de algunas personas mientras intentaban recordar imágenes que se les habían mostrado anteriormente. Los autores del estudio pudieron descubrir que cada vez que se recordaba una memoria, otras se debilitaban.
Con un proceso así, al cabo de un tiempo de recordar algo, otras cosas relacionadas podrían empezar a desaparecer del todo.
Olvidar es necesario.
Muchas veces desearíamos poder recordarlo todo. Pero posiblemente es mucho mejor olvidar bastantes cosas.
Compararía el olvido al minimalismo en una casa. Si tienes una casa llena de cosas, te será muy difícil encontrar nada. Cada búsqueda será complicada y requerirá mucha energía. Sin embargo si tu casa está casi vacía, te resultará mucho más fácil encontrar algo. Por eso tu cerebro hace limpieza de cosas innecesarias olvidando.
Otra manera de verlo es considerar a tu memoria como una especie de mayordomo que está pendiente de lo que necesitas. Cuando ve que algo lo usas mucho ( es decir: lo recuerdas), lo pone muy cerca para que lo puedas encontrar. Cuando ve que algo lo usas poco ( es decir: no lo recuerdas) te lo aleja. Y si ve que algo no lo has usado en mucho tiempo, lo más probable es que piense que no te sirve de absolutamente de nada y lo tire a la basura.
Fantástico a mi me encanta mi memoria olvidadiza
Gracias Gaby. La memoria de pez también tiene ventajas, jajaj.