Se busca troll: razón aquí.

Se busca troll. Necesaria actitud inconformista. No se necesita experiencia. No se necesitan idiomas. No hay un horario fijo. Se exige respeto en el lenguaje e irreverencia en el contenido. 

Se ofrece (retro) alimentación, y proyección internacional.

Candidatos presentarse en comentarios.

¿Por qué un troll?

Hace un tiempo @homominimus buscó para su blog un Pepito Grillo que no le gustaban del blog y que a su vez se prestara para recibir el mismo trato. @picatripas se prestó a ello, y aunque desconozco el éxito de la empresa, de la capacidad de ambos imagino un resultado satisfactorio.

Pero a mí no me basta con un Pepito Grillo. Voy un poco más lejos, y solicito un troll. No un troll peregrino y transitorio, sino un troll residente. Un verdadero elemento capaz de buscar los puntos débiles de mis argumentos y las grietas en las murallas que construya con arena. Y de airearlos al viento.

Claro que no me vale cualquier troll. No me importa que sea políticamente incorrecto, y que se oponga sistemáticamente a todo ( o no, hasta un troll tiene que tener días libres). Lo único que pido es que use un lenguaje aceptable por un blog respetable ( Aunque sea discutible si este blog es respetable).

La crítica malintencionada es más tolerable.

Creo en la capacidad de soportar sin inmutarse cualquier crítica. No en este mundo por supuesto, sino en un mundo ideal en el que nadie tenga ego, y pueda oír silbar las balas a su alrededor mientras canta una canción. Pero este mundo no es así, en este mundo solemos sentirnos heridos por las críticas que se nos hacen. Ojala consiga algún día no ser así. Pero mientras consigo llegar a serlo creo que la crítica más aceptable es la que se recibe de una persona que se sabe que opera con la intención evidente de criticar.  Es como si hubiera una fórmula semejante a esta:

Crítica total- Intención adivinada de molestar= Potencial molestia de la crítica. 

Por eso la crítica bienintencionada que hace un amigo te puede llegar a molestar bastante más que la crítica malintencionada de un enemigo que sabes que te odia.

Como convertir una crítica bienintencionada en malintencionada.

El problema para obtener una crítica malintencionada, es que deriva de gente que no busca ningún bien ( que curioso) y por tanto suele ir dirigida a elementos accesorios y no aportar gran contenido nutritivo para la reflexión.

Pero quizás sí se pueda convertir la crítica de una persona inteligente y sagaz con buenas intenciones en una crítica malintencionada. Y la manera de hacerlo es mediante un pacto. Un pacto por el que esa persona se comprometa a actuar “como sí” fuera un troll.  Es por tanto un troll oficial, y ficticio lo que busco. Un enemigo íntimo. Un detector de falacias, y de piruetas lógicas. Y por supuesto tanto da que sea un él, que una ella. Ya sabéis los que entráis al blog que yo uso siempre el masculino plural para grupos de hombres y mujeres, o el masculino singular para una persona que puede ser de un sexo o de otro.

Cómo, al margen de Roma, y de los Panchos nada es eterno, el pacto no tiene que ser para siempre sino para un tiempo determinado. un mes por ejemplo, en las ocasiones en que le venga bien al troll ( se me ocurre la metáfora del tren de la bruja, en que sabías que había una bruja y que saldría a darte escobazos pero no cuando). Y dada mi facilidad para actuar “como si” fuera un troll, yo también me comprometo a trollear el blog de la persona que se ofrezca. Eso sí, que lo piense bien, porque lo de hacer el troll me lo tomo muy a pecho, y puedo ser feroz.