“Esperar que la vida te trate bien por ser buena persona, es como esperar que un tigre no te ataque por ser vegetariano”.
Bruce Lee
En muchas ocasiones me encuentro con alguien que se queja de una forma parecida a esta: “X no me ha tratado como merezco”. Y admito que me da pena, pero no tanto por el trato que esa persona le haya dado, sino porque quien lo dice ignora una regla esencial del comportamiento humano.
Las personas te van a tratar no como mereces sino como a ellas les interese tratarte y como tú permitas que lo hagan.
Puede que no me creas o que no te haya quedado del todo claro por eso te lo voy a repetir pero en mayúsculas y con las letras en colores.
Las personas te van a tratar no como mereces sino como a ellas les interese tratarte y como tú dejes que lo hagan.
Y no es que las personas sean malas, no. Tú también eres así. Solo que no te das cuenta. Todos somos egoístas. Nos queremos a nosotros más que a nadie. Y es natural que seamos así.
Tú no quieres quedar a cenar con la chica que más lo merece, quieres quedar con la chica que más te gusta. Tú no quieres irte de viaje con el hombre que más lo merece, sino con el que más te atrae. Tú no trabajas para la empresa que más merecería que trabajaras para ella, sino para la empresa que más te paga. Tú no vas a veranear al lugar que más lo merecería, sino al que más te atrae.
Quizá a veces puedas actuar por pena. Quizá a veces vas a un restaurante que te da lástima porque están pasando dificultades, o a veces acompañas a un amigo que te da pena porque lo pasa mal, pero eso pasa muy pocas veces. La mayor parte de las veces, haces lo que más conveniente te resulta a ti. Como las personas te darán en función de lo que les interese, tú has de darle a los demás lo que necesiten.
Porque lo importante respecto a los demás, tanto da que sea amor, amistad o relaciones sociales, es lo que ofreces. Puedes ofrecer muchas cosas: diversión, satisfacción de necesidades sentimentales, apoyo, conocimiento. Pero sea lo que sea te has de centrar en ofrecer valor a los demás. El valor que ellos desean recibir.
Hay dos tipos de personas, los que se dan cuenta de que los demás actúan así, y los que siguen llorando esperando que alguien les de lo que merecen.
Y no te creas que estoy diciéndolo porque soy un sabio que está por encima del bien y del mal. Lo digo tan alto y tan cabreado porque yo también lo olvido muchas veces. Así que me lo voy a poner en un gráfico a ver si entra en mi tozuda mente.
Pero no quiero que todo parezca tan negativo. Hay una persona que sí puede darte lo que mereces. Y no es tu madre, tu padre, tu marido, tu novia, o tu mejor amigo. Eres tú. Solo tú te puedes dar lo que mereces. Solo tú puedes compadecerte de ti mismo cuando lo mereces, y solo tú puedes animarte cuando las cosas van mal pero te has esforzado por algo. La cuestión es ¿ vas a darte tú lo que mereces?.
Muy interesante reflexión
Muchas gracias.
Uhhhhhhh Iván me sentí tann identificada con esto. Justamente estoy pasando por Una situación en la cual no me siento valorada y peleó y lloro y sufro pero tenes mucha razón en lo que decis
Pues ya sabes amiga. Aplícate el cuento y valórate tú antes que nadie.
Muy interesante!!! En mi experiencia, puedo decir que muchas veces por hacer lo que yo quería, perdí lo que merecía… Saludos!
Un saludo Diana.
Por lo general nunca nos ponemos en los zapatos de los demás, no nos importa lo que piensen o como sientan, a conciencia somos egoístas porque los humanos tenemos los mismos sentimientos sólo que los expresamos de diferente manera. Debemos ser tolerantes para hacer un mundo mejor y personas más buenas. Los amo.
gracias por tus buenos sentimientos luz marina