Seguro que en alguna ocasión has visitado algún monumento impresionante, o has visto en la naturaleza una imagen que te ha impactado mucho. Y después de sentir eso, has notado como que durante unos segundos mirabas las cosas de otra manera.
Las psicólogas de Melanie Rudd , Jennifer Aaker y Kathleen Vohs han diseñado una manera de estudiar ese sentimiento de estar maravillado. Realizaron tres experimentos y en ellos encontraron que maravillarse produce en las personas la sensación de tener más tiempo disponible, y las hace más pacientes, menos materialistas, y más proclives a dedicar su tiempo a otras personas.
¿Cuál es la causa de ese efecto producido por la sensación de maravillarse? Para las investigadoras lo que ocurre es que se transforma nuestra experiencia subjetiva del tiempo ralentizándolo. Se aumenta así la sensación de satisfacción y se altera nuestra manera de tomar las decisiones.
No estoy pensando en algo que te guste, sino más bien en algo que te impresione dejándote la boca abierta. A mí me ha pasado con cosas muy grandes como la torre Burj Khalifa de Dubai, las pirámides de Egipto, el Partenón o la muralla china. No siempre ha de ser algo extremadamente grande, puede ser algo extremadamente hermoso como el Partenón de Atenas. O incluso natural como el agua de la isla de Formentera en las Baleares (España).
En esos momentos, a mí lo que me parece, es que no puedes evitar salir de ti mismo, y acercarte a la realidad. Y cuando vives en el momento no puedes evitar sentirte mejor.