Esta mañana en el trabajo me he encontrado con una duda. No me gusta la sensación de tener una duda sin controlar. En mi trabajo la respuesta tiene que ser inmediata, y si en algo dudo siento mucho estrés.
Pero no puedes evitar todas las dudas. El número de casos posibles es grande, y siempre puede aparecer algo nuevo.
Solo que esta vez no era algo nuevo. Esta vez era una duda anterior, que en su momento resolví. Pero no recordaba la solución, y por eso he tenido que volver a descubrir la solución, sintiendo estrés y teniendo que hacer dos veces el trabajo.
Todo ello ha sido por no aplicar un principio que tengo bastante metido en la cabeza.
Si resuelves un problema que crees que va a volver a aparecer en tu camino, asegúrate de guardar esa solución donde puedas encontrarla.
En general procuro seguir ese principio siempre. Tengo un fichero en dropbox con las soluciones a los diferentes problemas que se me pueden plantear en el trabajo y en la vida personal.
Si se me estropea el ordenador y encuentro la solución, lo guardo en un documento llamado errores del ordenador. Así la siguiente vez que se me estropee tengo la duda resuelta.
Si tengo que arreglar un WC y compro una pieza, escribo en una hoja de Word la pieza que he tenido que comprar y dónde la he encontrado para no volver a tener que buscar la información en el futuro.
Las personas realmente perezosas hacen el esfuerzo primero.
Quizá ese título te parezca raro. Pero tiene sentido. Si yo hubiera sido lo suficientemente sensato, la última vez que me encontré una duda como la de esta mañana, la habría guardado. Eso me habría supuesto un pequeño esfuerzo en el momento, pero a cambio me habría ahorrado un esfuerzo mucho mayor después. Es más lógico para alguien perezoso hacer el esfuerzo ahora.
Organiza tu conocimiento.
Cada vez que solucionas un problema, adquieres un nuevo conocimiento. Quizá en el pasado, podrías confiar en recordarlo. Hoy en día es imposible que lo hagas. Por eso conviene que establezcas una estructura, en hojas de word, en mapas mentales, en una libreta de notas, que te permita acceder a ese conocimiento cada vez que necesites volver a hacer uso de él.
Yo por si acaso ya he recogido la duda de esta mañana en el documento correspondiente de Word. La próxima vez que me la encuentre, no me va a pillar desprevenido.