¿Te imaginas lo que pasaría por tu cabeza si fueras en un avión, y de pronto el avión tuviera un accidente y comenzara a descender? En los segundos que tardara el avión en caer, pasarían posiblemente por tu cabeza muchas ideas. ¿Cuáles?. Eso no lo puedes saber a ciencia cierta sin haber tenido la experiencia.
Sin embargo por suerte no hace falta que te subas a un avión averiado para descubrirlo. Ric Elias, tenía un asiento en la primera fila del vuelo 1549 de US Airways, que tuvo que realizar un aterrizaje forzoso sobre el río Hudson en el año 2009. Él cuenta en una charla de TED las tres cosas que pasaron por su cabeza en esos dramáticos momentos.
1. Todo puede cambiar en un momento.
En ocasiones tenemos la sensación de que como todo ha sido siempre de una determinada manera, continuará siendo así eternamente. Sin embargo eso no es así. En cualquier momento puede aparecer lo que Nassim Taleb llama un “cisne negro”, Un hecho improbable, impredecible y de consecuencias imprevisibles. Un acontecimiento desconocido hasta el momento pero de tal importancia que cambia todo. El se refiere básicamente a la historia general de los países, pero lo mismo se puede aplicar a las vidas particulares de la gente.
La consecuencia que saca Elias es que no hay que esperar al futuro para disfrutar sino hacerlo hoy mismo. Si bien esta idea puede ser útil para las personas que como yo, tienden a pensar demasiado en el futuro, creo que puede no ser demasiado conveniente seguir este consejo para los que ya tengan tendencia a pensar más en lo inmediato. Básicamente depende por tanto del tipo de personalidad, como predice el principio de la ensalada.
Uno no puede vivir como si no fuera a vivir un mañana, salvo que efectivamente no vaya a haber un mañana.
2. No dejar que el ego haga que le des importancia a cosas que no la tienen , con personas que sí tienen importancia.
Esto es parecido a lo que veíamos en 5 cosas de las que se arrepienten las personas que van a morir.
En toda experiencia cercana a la muerte, sea más o menos brusca, parece que la gente tiende a revalorar todo, dando más importancia a las relaciones personales y menos importancia a las cosas materiales.
3. La muerte no asusta, sino que produce una enorme pena.
Es una conclusión que por un lado tranquiliza: La muerte, vista de cerca, no debe de ser tan horrible si no inspira miedo. Pero por otro lado produce una cierta preocupación. Elías dice que sintió que tenía muchas cosas por hacer. Y también dice que lo que más deseaba es “ver como sus hijos crecían” ( por cierto algo muy lógico considerando lo que realmente buscan los individuos se busca en la evolución )
La muerte casi siempre te va a pillar con muchos proyectos iniciados. Si no fuera así querría decir que , o bien sabías hace mucho que ibas a morir, o bien ( más probablemente) que habías dejado de iniciar proyectos. Y siempre tendrás cosas por hacer. Pero al menos podemos intentar que las cosas que nos quedan por hacer no sean las esenciales.
Fuente: Ric Elias: 3 cosas que aprendí mientras mi avión se estrellaba | Video on TED.com
La muerte no es el camino. Es un aprendizaje a conocer otras forma diferente de conocer mas el alma
Yo creo que la muerte es el camino, no sé si a la nada o hacia algo. Y que en todo caso también debe servir de aprendizaje. Un saludo Killoquín.