El principio de la ensalada.

Me gustan las metáforas. Se quedan en la cabeza mejor que todas las teorías del mundo. Y no siempre se puede encontrar una que te guste, pero en esta ocasión se me ha ocurrido esta metáfora que espero que ilustre lo que pretendo transmitir.

 

¿Cómo la aliñamos?
¿Cómo la aliñamos?

Imagina que se pudiera determinar la composición ideal de una ensalada. Y que esa composición fuera por ejemplo 3 chorros de aceite y uno de vinagre.

Ahora imagina que tengo delante dos ensaladas: una de ellas con 1 chorro de aceite y 2 de vinagre a la que llamaremos Avinagrada, y otra con 5 chorros de aceite y ninguno de vinagre, a la que llamaremos Aceitosa. Esas ensaladas no son unas ensaladas cualesquiera. Son ensaladas inconformistas, que no desean quedarse como están, sino que desean ser la ensalada perfecta. No es por capricho sino porque tienen entendido, que las ensaladas perfectas son ensaladas felices y sabrosas.

Y como hasta en el mundo de las ensaladas hay una sobredosis de expertos, gurús ( o se dice gurúes) pseudo-magos y vendedores de crecepelo, las ensaladas escuchan día sí y día también los consejos más variopintos.

“Hay que tener más aceite” dice un experto con gesto serio.

“En el fondo lo importante es siempre el vinagre” responde otro.

“No puedes pasarte de aceite” comenta un gurú con varios libros y muchos seguidores.

“El secreto es no excederse con el vinagre” afirma decidido una autora de renombre nacional.

Y las ensaladas cambian una y otra vez. Avinagrada escucha que hay que echar más vinagre y aumenta su proporción a 3 chorros, como no funciona cambia a 4. Aceitosa por su parte sigue el principio de que se necesita más aceite, y llega a los 7 chorros. En realidad para ellas no es difícil hacer eso.

Avinagrada está convencida de que el Vinagre es importante ( por eso ya tenía mucho) y al oír el consejo de que había que tener más le pareció bastante sensato. Lo mismo le ocurre a Aceitosa.

La cuestión es que tanto Avinagrada como Aceitosa han terminado aún peor de lo que estaban.

Moraleja:

Los cuentos no deberían tener moraleja. Las metáforas menos aún. Pero este es un principio, y un principio sin final es como un jardín sin flores.  Así que después de inventarme el principio, me invento la consecuencia.

Decían los romanos que “la virtud está en el medio”.  Entre la inconsciencia y la cobardía, la valentía es el punto medio adecuado. Entre la prodigalidad y la racanería está el punto medio deseable. Si lo piensas bien en todas las virtudes hay un punto medio ( aunque no necesariamente a mitad de camino) en el que está el equilibrio y la virtud.

Eso supone que entre los muchos consejos acerca de como has de ser que oirás a lo largo de tu vida hay, en mi opinión,  4 tipos:

A) Los Unidireccionales Ciegos. Que te dicen simplemente que hay que ir hacia uno de los lados, sin saber dónde te encuentras tú. Sin saber si tienes más aceite o vinagre, nadie debería decirte si has de tener más de uno o más de otro.

B) Los Unidireccionales de conocimiento. En que una persona que te conoce y sabe como andas de vinagre o de aceite te indica hacia que lado caminar.

c) Los de Equilibrio Genérico. Que te dicen que hay que tener ambas cosas. Pero como no indican en qué proporción, pueden abrirte los ojos al hecho de que es necesario un equilibrio pero te serán de poca utilidad más.

d) Los de Equilibrio Específico. Que son los que te dicen donde está el equilibrio y cómo conseguirlo. Este tipo de consejos son los verdaderamente útiles, los que marcan la diferencia. Son un mapa, una receta, un guión que te permitirá saber qué hacer.

Eso no significa por supuesto que en un momento concreto, todos puedan servir de algo. Pero el tipo de consejo más aprovechable es el último.

¿Cuál es tu opinión? ¿Crees que hay otros tipos? ¿Crees en el principio de la ensalada?.

 

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3 comentarios en «El principio de la ensalada.»

    • Jajaja. Homo minimus puedo dudar de tu cordura, puedo maldecirte cuando aplico tu experimento de la ducha fría ( que nadie piense mal es un interesante proyecto de homominimus, y la ducha es de cada uno por su cuenta) pero no dudo de que tu aceite es como la energia que ni se crea ni se destruye.

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  1. Yo añadiría los unidireccionales de sentimiento, y junto con los unidireccionales de conocimiento,se formaría para mí el que sería el consejo más apropiado y acertado que podemos recibir: el de aquellas personas que bien nos quieren y nos conocen mejor,pq todos tenemos puntos de equilibrio diferentes en diferentes momentos de nuestra vida,que hacen que esas proporciones de aceite y vinagre no sean siempre las mismas.
    Creo que sólo esas personas pueden saber,aunque tampoco de manera exacta, la cantidad de vinagre y aceite aprox.que nos puede ir mejor.

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