Cómo hacer que no te importen las cosas 5. Responsabilidad.

Cómo conseguir que no te importen tanto las cosas 5

Esta es la quinta entrada dedicada al libro: The subtle art of not giving a fuck de Mark Manson (El sutil arte de que no te importe un carajo). Si no has leído las anteriores, te recomiendo que lo hagas.

Cómo conseguir que no te importen tanto las cosas 1

Cómo conseguir que no te importen tanto las cosas 2

Cómo conseguir que no te importen tanto las cosas 3

Cómo conseguir que no te importen tanto las cosas 4

 

 

En el episodio anterior ( esto parece un serial) vimos cómo tenían que ser los valores que sí merecían la pena. Y que Mark Manson propone varios valores.

Hoy veremos el primero de ellos. La responsabilidad.

 

Tu culpa o no tu culpa, esa no es la cuestión

Durante tu vida ocurren muchas cosas malas.

Enfermedades, delitos, desengaños amorosos, decepciones con los amigos, problemas en el trabajo, disputas familiares, problemas económicos.

Cuando algo de eso pasa, tienes la tentación de lamentarte. “¿Por qué me ha pasado esto a mí?” – te preguntas “no es culpa mía”.

Y muchas veces tienes razón. No es tu culpa.

Quizá tú no has hecho nada mal. Cayó un meteorito encima de tu casa. No podrías saber que eso iba a pasar. Cuando lo viste en el cielo, no tuviste tiempo para reaccionar.

No todo son meteoritos, así que quizá tú sí tuviste algo de culpa. Quizá te atropello un coche porque cruzaste el paso de cebra mirando en el móvil cómo había quedado el Betis.

Pero ¿sabes qué? Eso no importa. No importa nada. Da igual que tuvieras la culpa o no. La culpa es el pasado. Es lo que ocurrió ya y no puedes cambiar. Eso no es lo que importa ahora.

Responsabilidad

William James era un auténtico desastre. Había fracasado como pintor, había dejado la escuela de medicina, estaba además bastante enfermo. Pero un día hizo algo que cambiaría su vida.

¿Quieres saber qué fue?

Si lo quieres saber, dame un “me gusta”. No, es broma jejeje. 

Lo que hizo fue muy sencillo. Decidió que durante 100 días, asumiría toda la responsabilidad de lo que le ocurriera. Pasara lo que pasara, él se consideraría responsable.

Responsabilidad no es culpa. La culpa está en el pasado, es el origen de la situación. La responsabilidad está en el presente, son las consecuencias de la situación. Es cómo interpretas esa situación y como actúas ante ella. Y eso siempre te corresponde a ti. Aunque la culpa sea del meteorito, tú eres quien decide cómo lo interpretas y cómo reaccionas.

 

 

 

Y no creas que puedes evitar la responsabilidad mirando para otro lado. No reaccionar es una forma de reacción. Quejarte de la mala suerte es una decisión. Una decisión como mirar adelante y solucionar los problemas.

Es muy frecuente hoy en día entrar en la mentalidad de víctima. Decir que has tenido muy mala suerte, que las circunstancias han jugado en tu contra. Y quedarte ahí, llorando en una esquina, esperando que alguien solucione tus problemas.

Es lo que hacen los bebés, llorar para que los demás les solucionen sus problemas. Pero no es lo que han de hacer los hombres y las mujeres adultos.

No tienes que lamentarte, tienes que tomar la responsabilidad. La responsabilidad es tuya. Tú decides como interpretas las cosas y cómo reaccionas a ellas.

¿Crees que tus circunstancias son demasiado malas? ¿Qué todo esto lo digo porque no conozco lo malas que son tus circunstancias?

Lee esta cita:

“Lo único que no pueden quitarme es la forma en que decido responder a lo que me hacen. La última de las libertades es elegir la actitud de uno en cualquier circunstancia.”

¿Crees que tus circunstancias son malas? Esa cita es de Viktor Frankl, que estuvo en un campo de concentración.

Nadie puede quitarte la libertad de decidir cómo respondes. Esa es la buena noticia.

Pero sí, también hay una mala noticia. Tampoco tú puedes quitarte esa libertad de encima. Tienes que cargar la responsabilidad, lo quieras o no.

Tú eres el responsable de tus reacciones.

Es como si juegas al póker. Tus cartas no son tu culpa. Son las que son. La (Buena/mala) suerte te las ha dado. Pero jugarlas sí es tu responsabilidad. Puedes tirarlas sobre la mesa y ponerte a llorar, pero eso no quita que siga siendo responsabilidad tuya.

El primer valor de Mark Manson es hermoso y a la vez terrible. No nos podemos refugiar en la autocompasión. Somos responsables.

Primer valor: Asume la responsabilidad de todo lo que te ocurre.

Muy bien, quizá te he convencido. Pero ahora es inevitable la siguiente pregunta:

¿Cómo asumir la responsabilidad?

Cada vez que algo te ocurra, decide ser responsable. No huyas, no te escondas, da la cara.

Cada vez que te encuentres una situación que no te gusta, no pienses en quién es el culpable, piensa en cómo podrás solucionarlo. Reaccionando así cada vez, irás entrenando la responsabilidad, te irás haciendo más fuerte.

En cada situación negativa hay dos posibles reacciones. Una es demorándote en las causas, otra es buscando las salidas. Escoge la segunda.

Por ejemplo:

La editorial te dice que tu libro no se publica.

Reacción 1) Son unos canallas que no me entienden.

Reacción 2) voy a buscar otra editorial o publicarlo yo mismo.

El lavadero de tu cocina no traga.

Reacción 1) No funciona nada, esto se viene abajo.

Reacción 2) ¿lo puedo arreglar yo? ¿llamo a un fontanero?

El amigo con el que ibas a salir de fiesta te dice a las diez de la noche que se queda en casa.

Reacción 1) Es un miserable. No se puede con gente así. Me ha estropeado la noche.

Reacción 2) Intentaré no quedar más con él. Miraré qué alternativas tengo para no quedarme en casa.

Ser responsable es ir optando en todas esas situaciones por la segunda opción. Tomando todas esas pequeñas decisiones demuestras que has tomado las riendas de tu vida. Y ¿sabes lo mejor?

La responsabilidad te da poder sobre tu vida. Te permite tener el control.

Tendrás eso sí, al principio, miedo a la incertidumbre. Pero precisamente eso será lo que veremos en la siguiente entrada.

Quiero acabar este artículo con un vídeo que me ha gustado mucho. Está en inglés y merece mucho la pena.

 

 

Si te gusta esta entrada no la copies, compártela en tus redes mencionando el origen. Muchas gracias

4 comentarios en «Cómo hacer que no te importen las cosas 5. Responsabilidad.»

  1. Hola, llegué a tu blog hace poco y me han parecido muy interesantes los temas que tocas y como los explicas. Es bastante didáctico. Me he animado a comentar porque esta entrada me ha hecho sentirme un poco mal y culpable, jaja. Soy de las que se hunden en la miseria a la primera de cambio. Y es muy cierto lo que comentas de la responsabilidad. Intento cambiar el chip aunque a veces llevamos uno de serie que es complicado de cambiar. Pero bueno, que me ha motivado a enfocar ciertas cosas de otra manera, así que gracias. Ese libro parece que está dando para mucho. Le echaré un ojo.
    Ah, otra cosa. No sé si es cosa mía pero no he podido ver el vídeo.
    Un saludo.

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  2. Hola Iván, hace tiempo que me suscribí a tu blog. Tus artículos son muy interesantes.
    Vi que estás regalando la guía “cómo dejar de ser infeliz para siempre”. Compartir la publicación en Facebook para obtener mi guía, pero creo que no lo hice de la forma correcta por que no vi ningún link para poder descargarla.
    ¿Hay otra forma para que pueda obtener esta guía?

    Responder

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