Cómo mejorar lo que te dices a ti mismo

Te diré una cosa. En realidad no eliges si te vas a hablar ( en voz baja claro) a ti mismo. Lo vas a hacer de todas maneras. No se trata de decidir si escucharás en tu cabeza ciertas frases “en off” que te darán un mensaje de ti mismo. Se trata de elegir que frases vas a escuchar. Así que mejor aprender cómo mejorar lo que te dices a ti mismo. 

Cómo cambiar tu diálogo interno: las afirmaciones.

El diálogo mental está formado por pensamientos negativos y positivos que han ido entrando en tu cerebro normalmente de una forma aleatoria, por retroalimentación negativa de personas o resultados, o incluso por tu propia actitud hacia ti mismo. Recuerdas alguna vez por ejemplo en que has fallado en algo y de pronto has recordado alguna frase negativa que alguien pronunció “nunca serás capaz de tocar la melódica”, “juegas muy mal al tenis”, “las chicas no te hacen caso”, “siempre se te dio mal vender por teléfono”.

Dado que no podemos cambiar muchos de los factores que hacen que entren pensamientos negativos en nuestra cabeza porque no los controlamos, la mejor manera de inyectar más pensamientos positivos en nosotros es mediante las afirmaciones, la repetición voluntaria y programada de pensamientos positivos para que calen en nuestro sistema.  

¿Crees que no funciona?
Hagamos una prueba. Dame solo 10 segundos de tu tiempo.

Repite conmigo:
“Soy Maravilloso”
“Soy Maravilloso”
“Soy Maravilloso”
“Soy Maravilloso”
“Soy Maravilloso”
“Soy Maravilloso”
“Soy Maravilloso”

Ahora quiero hacerte una pregunta.
¿Cómo eres?
Si la respuesta ha sido al menos por una décima de segundo “soy maravilloso” de una manera inmediata e irreflexiva,  entonces habrás de admitir que funciona.

La “inmerecida mala fama” de las afirmaciones:

Es cierto que las afirmaciones en ocasiones tienen mala fama. Posiblemente porque existe una especie de rechazo a la idea de afirmar como cierto algo que no se da en la realidad. Si dices “soy delgado y disfruto de ver como los demás valoran mi cuerpo” y pesas 130 kilos, algo dentro de ti te está diciendo que eres un impostor. Pero no estás intentando engañar a nadie, simplemente estás poniendo en tu mente la semilla de lo que va a ocurrir en el futuro.

Y el contraste entre la meta y su no realización actual produce una tensión que es precisamente lo que te va a ayudar a conseguir el resultado deseado, como la tensión entre donde está la cuerda del arco y donde debería estar produce la fuerza que genera el disparo de la flecha.

Cómo hacer una afirmación eficaz:

1. Ha de comenzar por la expresión estoy o soy.

No uses una expresión como seré o conseguiré, porque has de verte ya con el resultado, no en el camino al resultado. De eso tratan las afirmaciones al fin y al cabo.

2. Ha de ser en positivo.

La mente no distingue entre un mensaje positivo y otro negativo. Si te digo: “no pienses en un oso polar azul” tu mente no puede evitar pensar en el oso polar azul. Luego puedes pensar en que desaparece, muere o cualquier cosa, pero el oso ha estado ya ahí.

3. Ha de contener la sensación positiva que se producirá con lo que se pretende conseguir. “Estoy disfrutando felizmente de mi mansión en las Bahamas”. Eso nos permite que sea más real.
4. Ha de ser corta.

“Estoy en mi yate privado, viendo History channel donde ponen un documental sobre las guerras púnicas con imágenes por ordenador mientras el camarero me sirve un daikiri” no es una afirmación, es un relato corto. Haz que tu afirmación sea lo suficientemente corta.
5. Ha de de ser realizable.

Puede parecer extremadamente complicado que se cumpla pero ha de ser posible en el estado actual o previsible de las cosas . “Voy a ser el primer ser humano en medir 10 metros”, tampoco es una afirmación es una película de ciencia ficción.
6. La realización ha de depender de ti.

Si tu plan es convertirte en la mujer de Justin Bieber eso no depende de ti, así que no sirve como afirmación. Si sigues optando por una afirmación tan patética como esa puedes probar con ” Seré la mujer de un cantante de fama mundial”.
7. Ha de ser concreto pero es conveniente que la excesiva concreción no te limite.

Si dices conseguiré ser la mejor empresa de venta de pizzas a domicilio con triple queso y pimientos del piquillo quizás estés cerrando inadecuadamente algunas puertas.

8. Es conveniente que incluyas alguna acción. Eso le da a la afirmación más fuerza.

Ejemplos de afirmaciones:

Celebro lleno de alegría mi título universitario  con una media de matrícula de honor.

Contemplo con enorme satisfacción mi nómina de dos mil quinientos euros.

Estoy entusiasmado firmando en la Feria del libro ejemplares de mi última novela.

Otra ventaja de las afirmaciones.

Las afirmaciones son con la visualización la mejor manera para introducir en nuestro cerebro las metas que queremos conseguir. Pero que quede claro, las afirmaciones son una guía para nuestra mente y han de ser acompañadas del esfuerzo. Para hacer una comparación navideña las afirmaciones y la visualización son el equivalente a la estrella de los Reyes Magos: dicen dónde hay que ir. Luego tu esfuerzo sería el equivalente a los camellos de los Reyes magos: los que mueven las patas para que se llegue a algún lado. 

Cuándo usar las afirmaciones.

Cualquier momento es bueno para las afirmaciones. Puedes hacerlo como parte del ritual del desayuno para el ánimo o lo puedes hacer al final del día. Pero también puedes aprovechar para hacerlo en cualquier momento en que no tengas nada que hacer: esperando una cola, en el autobús, o en una situación en que tengas un tiempo que no sepas como utilizar. En todo caso es conveniente que las repitas un mínimo de tres veces al día.

Ánimo. Ah y se me olvidaba

hoy vas a sentirte genial cuando acabes el día viendo todo lo que has hecho

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