La búsqueda del menor esfuerzo suficiente

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La energía cuesta…

La vida se va complicando.

 

La vida comienza siendo bastante sencilla. Basta con llorar para recibir la leche de tu madre, para que alguien limpie tu trasero o para que te den unos cuantos mimos. Luego poco a poco se va complicando. Tienes que caminar solo. Vas al colegio y tienes deberes que hacer. El tiempo ya no es solo tiempo de juego, comienzas a tener obligaciones.

El colegio se va haciendo más y más complicado, hasta que llega la etapa en la que tienes que decidir qué haces en tu vida. Quizá trabajes directamente, o quizá estés un tiempo en la universidad. En la universidad los exámenes son más complicados que en el colegio y las consecuencias potenciales para tu futuro son mayores. En todo caso tus padres ya no lo hacen todo por ti, y además hay muchos problemas que tampoco quieres compartir con ellos.

Luego empiezas a trabajar. Y un día te das cuenta de que cada vez que enciendes la luz, va a tu cargo. Ese es un cambio muy grande en la vida de una persona. De hecho siempre he pensado que lo que influye más en una persona no es la edad, sino la situación vital en la que se encuentra.

Cuando tienes que pagar tus gastos, tu mentalidad cambia mucho. Se acabó dejar la luz del baño encendida. Pasas a tener ( o casi todo el mundo pasa a tener) una mentalidad más conservadora. Comienzas a tener propiedades, quizá primero un coche, luego una casa.

Y tienes familia. Tener un hijo o una hija es una responsabilidad muy grande. Dicen que te cambia la vida. Y yo sospecho que no lo será tanto por el hecho de que tengas menos tiempo como por el hecho de que la mentalidad es distinta. Mientras no tienes hijos piensas más en ti mismo. Si el mundo se hunde dentro de 100 años, puede que eso sea algo que te preocupe, pero no te preocupa desde un punto de vista práctico. Cuando tienes un hijo seguro ( lo intuyo pero no lo sé) que todo eso parece diferente.

La vida en resumen se va complicando según avanza. Y cuantas más cosas tienes, más se complica. Incluso los sucesos positivos van complicando la vida. Comprar un apartamento de veraneo te supone un potencial placer pero también una mayor preocupación de administración.

Lo mismo pasa en cualquier actividad.

Lo mismo que pasa en la vida pasa en cualquier otra actividad. Si tienes una empresa, mientras es pequeña puede haber problemas de subsistencia, pero cuando se vaya haciendo grande tendrás más problemas de gestión.

Recuerdo cuando jugaba a algún juego de ordenador en los que creabas ( y acababas destruyendo) un imperio. Al principio tenías solo una ciudad con un par de edificios, pero las cosas iban haciéndose cada vez más complicadas hasta que se hacía ingobernable.

Solución a la progresiva complicación.

La única manera de hacer frente a las progresivas exigencias de cualquier actividad, es mediante la simplificación de las labores anteriores.

Es algo que ocurre en parte de una manera natural. Si gestionas una página web te costará aprender a instalar wordpress por ejemplo, pero cuando lo hayas hecho varias veces, te será mucho más sencillo hacerlo de nuevo.  Con la experiencia aprenderás trucos que harán que todos los problemas sean más fáciles de solucionar.

Pero creo que es conveniente ayudar a ese proceso natural. Y podemos hacerlo con la intención de simplificar. Buscando siempre al mirar una tarea de que manera se puede hacer más automática, y de qué forma podemos aprovechar las economías de escala. 

Gestionar dos asuntos iguales nunca es el doble de difícil que gestionar uno. Quizá haya muchas cosas que se puedan hacer a la vez, o al lecciones que puedas aprender de la última vez que hayas hecho algo.

Hemos de aprender a descubrir la vía del menor esfuerzo. Pero no la del menor esfuerzo posible, que sería casi no hacer nada. Lo que nos interesa es la búsqueda del menor esfuerzo suficiente, suficiente para lograr nuestros fines. Puede que ese menor esfuerzo no nos lleve a la perfección, pero posiblemente si nos lleve a conseguir nuestros objetivos.

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1 comentario en «La búsqueda del menor esfuerzo suficiente»

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