La escuela de la buena suerte

 

Durante toda la historia, han existido miles de ideas para conseguir atrapar la suerte. Se ha visto siempre la suerte esquiva como una liebre y caprichosa como una diosa inquieta. Por eso patas de conejo, monedas de la suerte, tréboles de cuatro ojas y chepas de jorobado han sido utilizadas para conseguir aumentar la suerte.

Como puedes imaginar nada de eso sirve de nada. Sin embargo sí hay cosas que puedes hacer para aumentar tu suerte. Algunas de ellas las recoge Richard Wiseman en su libro “The luck factor” ( el factor fortuna). Estas son algunas de ellas:

1.Aumentar el número de oportunidades.

Es cierto que a todo el mundo durante su vida le pasa por delante un cierto número de oportunidades. Sin embargo ese número se puede aumentar si pones algo de tu parte.  La gente que tiene un determinado tipo de personalidades tienen más suerte. ¿Cuáles son esas personas?

Los extrovertidos

Los que no son neuróticos. Si lo eres, te costará darte cuenta de las oportunidades.

La gente abierta a nuevas experiencias.

Las personas con una amplia red social.

Las personas muy activas.

Seamos realistas: Si vives en una cueva en las montañas de Pakistán y no tratas más que con un pastor que pasa de cuando en cuando, tendrás muchas menos posibilidades de tener “suerte” que si eres la persona con más contactos de Nueva York. La ecuación es fácil, a más conexiones más posibilidad de tener acceso a oportunidades, y tener “suerte”, sea la suerte un nuevo trabajo, la posibilidad de publicar tu libro, un chollo inmobiliario, o conocer a una persona maravillosa.

2. Reconoce  las oportunidades.

Puedes querer atrapar una cebra, y tener cada día diez cebras pasando por delante de tu casa. Pero si tú piensas que las cebras son violetas y a cuadros, jamás atraparás ninguna porque no sabrás reconocerlas.

Es bueno ser prudente. Pero si eres totalmente desconfiado, jamás conseguirás reconocer las oportunidades, o si lo haces lo harás cuando ya sea tarde. Y recuerda: “ la oportunidad la pintan calva”, porque no hay pelos para cogerla.

3. Confia en tus corazonadas.

Aunque siempre hemos creído que había que decidir con la razón, últimamente parece que la ciencia nos demuestra que las decisiones se toman de manera intuitiva y sólo se razonan a posteriori. De hecho la intuición ( como ya aclaró Malcolm Gladwell en “Blink”) es muchas veces en personas experimentadas más certera que la razón.

4. Se optimista. No se trata de la ley de la atracción ni nada parecido. Simplemente si eres optimista es más fácil que creas que el resultado será bueno, y creyendo eso es más fácil que luches por que lo acabe siendo.

Quizá es cierto eso de “Al final todo acaba bien. Si no está aún bien es que no es el final”.

5. Convierte la mala suerte en buena.

Esto es lo más importante de todo. No hay nada que sea totalmente malo ni totalmente bueno. Incluso la mejor cosa que puedas pensar tiene sus inconvenientes. Incluso la peor tiene sus ventajas.  Puedes convertirte en millonario de la noche a la mañana y sentir que de pronto tus amigos te envidian  y se distancian de ti. Puedes ser dejado por tu pareja a la que querías muchísimo y tener al menos el consuelo de que no tendrás que ver esas películas que tanto le gustaban y que tú odias.

La escuela de la buena suerte.

Lo mejor de todo es que todas esas cosas que Richard Wiseman considera como esenciales para la buena suerte se pueden aprender. No de inmediato claro, pero si se pueden entrenar hasta conseguir tenerlas controladas.

Wiseman hizo la prueba y consiguió unos resultados excepcionales.  El 80% de los que asistieron a lo que me gusta llamar su escuela de la buena suerte (no me dirás que no es un nombre fabuloso para una película) consideraron que su buena suerte había aumentado. De media consideraron que tenían un 40% más de buena suerte ( aunque la verdad ha de ser difícil medir una creencia así). Además, se sintieron también en conjunto más satisfechos con su vida.

La suerte es la guinda del pastel.

Si tu vida fuera un pastel, tu actitud sería todo el pastel. La suerte sería solamente una guinda puesta en la punta del pastel. El pastel puede saber mejor sin guinda, pero está muy rico sin ella. Sin embargo la guinda sin pastel, no sirve prácticamente de nada.

 

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6 comentarios en «La escuela de la buena suerte»

  1. Creo que cumplo los 5 puntos,pero nunca lo había pensando.
    El que me parece más interesante es el 5.Sacar siempre lo bueno de una situación.Si tienes costumbre de hacerlo,te sale sólo,sin pensar,de manera casi automática.
    Hay que vivir despiertos y no con las legañas pegadas!!!
    Me gusta la metáfora del pastel y me gusta la cebra de cuadros,jaja
    Muy bueno,hay gente que se piensa que la suerte cae del cielo,y se sientan a esperar mirando al infinito sin ver absolutamente nada y ponen barreños por si cae,atraparla(igual que hago yo con el agua destilada de la lluvia!!!)
    Un saludo 99% 🙂

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  2. Soy neurótica negativa y tengo ansiedad no si se desarrolle eso debido a mis problemas de cumplir con mis objectivos lo más difícil para mi e tomar decisiones.. Cuando sale una oportunidad pienso en si me equivoco o es muy difícil y si soy muy nerviosa y presentó síntomas de ansiedad aparte que vivo en las montañas y sólo trato con el pastor jahaja no es broma pero eso me dio mucha risa pero si soy algo antisocial por mi ansiedad todo me molesta y prefiero no tener tanto contacto con las personas ya que parece que atraigo pura gebte hipócrita que prefiero evitar conocer personas aparte no entienden que aveces no quiero hablar y eso no entienden y se que estoy mal ahora se a que se debe mi mala suerte no soy super sociable y sufro ansiedad Awwww 🙁

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