¿Has acabado alguna vez un libro sintiendo que sabías todo sobre él y una semana después apenas recordabas nada?
¿Has asistido a una conferencia creyendo haber aprendido muchísimo pero al cabo de quince días apenas podías decir el título?
Si te ha pasado, no estás solo. Es lo que se llama en términos de psicología la ilusión de la competencia.
Consiste en la creencia errónea de que hemos aprendido algo cuando no lo hemos aprendido.
Barbara Oakley de la UC San Diego advierte que esa ilusión de competencia se da en muchas circunstancias diferentes.
- Ver una información delante, por ejemplo en un libro, no significa que recuerdes esa información.
- Ver a alguien llegar a una conclusión, no significa que tú seas capaz de llegar a esa conclusión solo o explicar lo que ocurre.
- Buscar algo en Google no significa que eso pase a estar en tu cerebro.
- Pasar mucho tiempo con un material no significa que lo conozcas.
Esa ilusión de competencia se produce porque una cosa es reconocer algo que hemos visto antes (recognition) y otra muy distinta es ser capaz de producir ese conocimiento nosotros mismos sin ninguna pista anterior ( recall) Dedicamos otra entrada a ese tema.
¿Entonces cuándo se puede decir que sabes algo?
Aquí se puede aplicar una cita atribuida a Einstein que dice:
Para poder hacerlo, un sistema muy recomendable es el de la técnica Feynman que vimos en otra entrada, que te obliga básicamente a examinar tu capacidad para explicar un concepto en términos sencillos. Si puedes explicarlo, es que lo sabes.
Aclaración: muy relacionado con este concepto de la ilusión de conocimiento es la llamada ilusión de profundidad explicativa que veremos en otra entrada.