La paradoja de Abilene

Una calurosa tarde en Coleman , Texas,  una pareja y sus suegros juega tranquilamente al dominó a la sombra de un pórtico. Cuando el suegro propone hacer un viaje a Abilene , ciudad situada a 80 km., la mujer dice: «Suena como una gran idea», pese a tener reservas porque el viaje sería caluroso y largo, pensando que sus preferencias son distintas a las del resto del grupo. Su marido dice: «A mí me parece bien. Sólo espero que tu mamá tenga ganas de ir.» La suegra después dice: «¡Por supuesto que quiero ir. Hace mucho que no voy a Abilene!».

paradoja de abilene
vw, beetle, car @ Pixabay

El viaje es caluroso, polvoriento y largo. Cuando llegan a una cafetería, la comida es mala y vuelven agotados después de cuatro horas.

Uno de ellos, con mala intención, dice: «¿Fue un gran viaje, no?». La suegra responde que, de hecho, hubiera preferido quedarse en casa, pero decidió seguirlos sólo porque los otros tres estaban muy entusiasmados. El marido dice: «No me sorprende. Sólo fui para satisfacer al resto de ustedes». La mujer dice: «Sólo fui para que estuviesen felices. Tendría que estar loca para desear salir con el calor que hace». El suegro después refiere que lo había sugerido únicamente porque le pareció que los demás podrían estar aburridos.

La paradoja de Abilene fue expresada por el profesor universitario Jeffrey Harvey de la universidad George Washington. Para Harvey la situación que da lugar a la paradoja de Abilene es la dificultad para gestionar el acuerdo y no la dificultad para gestionar el conflicto.

La paradoja de Abilene se produce cuando por las dificultades de los individuos al expresar su opinón, el grupo acaba realizando algo que ninguno de los individuos quería hacer.

La paradoja de Abilene afecta a familias, empresas y toda clase de organizaciones. Pero es en las empresas donde puede generar más problemas. Todas aquellas veces en las que has dado tu conformidad a un acuerdo pero te has quedado con la sensación de que no era lo que querías, es posible que hayas caído en la paradoja de Abilene.

Síntomas de la paradoja de Abilene

 

  • Las decisiones tienden a tomarse por unanimidad.
  • Los miembros del grupo expresan opiniones diferentes en privado de las que expresan en público.
  • Se desanima a los miembros del grupo a mostrar opiniones diferentes, considerándolo una falta de compromiso o de lealtad.
  • Los miembros están frustrados o resentidos con la dirección.
  • Nadie quiere asumir responsabilidad y los unos se echan la culpa a los otros.
  • Hay falta de confianza entre las personas que forman parte del grupo.

 

Cómo evitar que se produzca la paradoja de Abilene

  • Anima a que todos los miembros participen. Todas las personas tienen derecho a una opinión y a que sea opinión sea oída.
  • Promueve la interacción y la comunicación entre los miembros del grupo y con los líderes.
  • Trata de hablar en privado con aquellos empleados a los que les cuesta más hablar delante de todos.
  • Toma tu tiempo para analizar las situaciones, y para ver los pros y los contras. Consigue que todas las decisiones sean decisiones motivadas.
  • Procura descubrir siempre la opinión de los miembros de tu grupo sobre tus decisiones.

Fuentes:

La paradoja de Abilene se recoge un

Harvey, Jerry B. (1988). The Abilene Paradox and Other Meditations on Management. Lexington, Mass: Lexington Books.

Harvey, Jerry B. The Abilene Paradox. San Francisco: Jossey-Bass, 1996.

Harvey, Jerry B. (1999). How Come Every Time I Get Stabbed In The Back, My Fingerprints Are on The Knife?. San Francisco: Jossey-Bass.

Harvey, Jerry B. (2011). Swatting Flies and Telling Lies: Stories of a Mad Organizational Consultant. Baltimore, MD: Otter Bay Books.

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