Te he hablado más veces de este libro: “El sutil arte de que te importe un carajo” ( “The subtle art of not giving a fuck”) incluso he escrito varias entradas sobre él.
Aun así, no he podido resistirme a seguir el principio de Tim Ferris de compresión y recoger lo más esencial de ese libro en un resumen de una sola hoja.
El sutil arte de que te importe un carajo
No hay que buscar una vida fácil y sin adversidad. Lo que has de buscar es una meta que te motive lo suficiente como para querer luchar por ella.
Este es el componente más simple y básico de la vida: nuestras luchas determinan nuestros éxitos.
Igual de importante es decir no a todas las luchas y tareas que no te aportan felicidad. Concéntrate en unas pocas cosas que te importen de verdad y no tengas miedo a perderte las cosas (FOMO), porque siempre nos perdemos algo.
Para ser felices necesitamos algo que resolver. La felicidad es por tanto una forma de acción.
No busques valores erróneos como:
Compararte con los demás. Nunca es suficiente, David Mustane consiguió crear un grupo con muchísimo éxito, pero no llegó a estar contento, porque ese grupo nunca llegó a ser tan famoso como el grupo del que le echaron: Metallica.
Riqueza. Aumenta muy poco la felicidad una vez que las necesidades básicas están cubiertas.
Busca buenos valores. Los Buenos valores:
- Están basados en la realidad
- Son útiles para la sociedad
- Tienen un efecto inmediato y controlable.
Ejemplos de estos valores son la honestidad, la creatividad, la generosidad, y la humildad.
Para disfrutar de lo que haces es necesario que asumas la responsabilidad. Piensa que eres responsable al 100% de lo que ocurra. Es lo que hizo William James, el famoso psicólogo, que estuvo totalmente perdido hasta que admitió que la responsabilidad de lo que ocurriera era solo suya.
Libérate de tu propia imagen, como enseña el budismo. Nuestra tendencia es que “Cuanto más pone en peligro algo tu propia imagen, más huirás de ello”.
El amor es saludable cuando cada uno trata de apoyar al otro sin invadir su espacio.
En su libro la negación de la muerte, Ernest Becker considera que los seres humanos sienten pánico de su propia muerte, por eso buscan un proyecto de inmortalidad, como puede ser la fama o el poder, lo que causa problemas tanto para el individuo como para la sociedad. Es mejor centrarse en el aquí y el ahora.