¿Alguna vez has estado a punto de hacer algo importante en tu vida, como dar una conferencia, participar en una obra de teatro o jugar un partido importante, y has comenzado con un pequeño ritual, algo que considerabas que te traía suerte? Yo siempre he pensado que eso era un error. Pero como tantas otras veces estaba equivocado.
Según la profesora de la universidad de negocios de Harvard Francesca Gino, los rituales pueden ser muy importantes para muchas cosas.
Rituales y el dolor.
Es muy frecuente en muchas culturas el afrontar la experiencia más dura en la vida social que es la de la muerte con diversos ritos. Y eso tiene un sentido. Parece ,según Gino ,que cuando existe un ritual el dolor y la tristeza experimentados por la muerte es menor.
Quizá influya el hecho de sentirse acompañado por otras personas, o quizá influya el hecho de que sobre el ritual se tiene un control que no se tiene sobre la muerte. Sea como sea, parece que los funerales, y entierros son útiles desde un punto de vista práctico y no sólo religioso.
Rituales y comida.
Yo tenía un tío sacerdote que tenía la costumbre de bendecir la mesa cada vez que venía a cenar con nosotros. Como no estaba acostumbrado, siempre me pillaba con la cuchara en la boca cuando comenzaba con la dación de gracias. En su momento también me parecía una pérdida de tiempo. Sin embargo ( y aparte de la finalidad religiosa que pueda tener) la realidad es que los alimentos se disfrutan más cuando hay un cierto ritual previo, y no nos lanzamos a engullir todo lo que hay en el plato como tigres que salen de una huelga de hambre.
Rituales y sucesos estresantes.
Y el tercer ejemplo es precisamente al que hacía referencia en las primeras líneas de este artículo. El de una actividad que conlleve un gran nivel de estrés. Antes de esa actividad algunas personas sacan un pequeño amuleto, otras recitan unas frases, algunas hacen unos pequeños ejercicios. Y lo curioso es que todo ello funciona.
Mientras la mente está ocupada en el ritual, dejamos de pensar en la actividad que tenemos delante y en el estrés que conlleva. Centramos nuestra atención y dado que nosotros mismos somos avalistas de la utilidad del procedimiento, creemos en él y cuando nos toca actuar lo hacemos más relajados y por tanto muy probablemente con mejores resultados.
Yo siempre había enfocado los rituales desde la eficacia y la productividad. Me parece interesante el enfoque que le das respecto a los beneficios psicológicos: afrontamiento emociones negativas y traumas, saborear experiencias, gestión del estrés.
Gracias, la verdad es que cada vez tengo más claro que la vida ha de estar hecha de muchos rituales, con unos ciertos espacíos vacíos entre ellos, y quizá una cierta variabilidad en los rituales para poder mantener la presencia.
Casi todos los jugadores de tenis o de golf tienen un ritual previo a cada golpe o saque. Por una parte, es una manera de hacer “borrón y cuenta nueva” con respecto al golpe anterior. Una manera de empezar de 0 y no permitir que el pensamiento negativo sobre el golpe anterior (errado) influya sobre este nuevo golpe… Y por otra parte tiene algo de mágico, lo que lo convierte en negativo: piensan que si no lo hacen cada vez, van a fallar . Y esto tampoco es bueno, porque pierden el sentido de responsabilidad sobre lo que hacen. Se les escapa de las manos (o eso creen).
Diferenciaría “los rituales previos a…” de los ritos como pueden ser funerales. En este último caso, lo importante no es lo que se hace (el ritual en si); lo importante es despedirse de…
¡Saludos!
Sí que es cierto que en el golf hay muchos de esos ritos. Y produce el efecto negativo que dices, que puedes llegar a pensar que es imprescindible. Quizá lo ideal sería realizar el rito deseado, pero sabiendo que no es algo mágico sino una especie de ayuda conveniente pero no necesaria, y así poder tener las ventajas de hacerlo sin los inconvenientes en caso de no poderlo hacer. Pero es cierto que puede producirse cuando algo es positivo una cierta sensación de dependencia de ello.
Un saludo Miss Morpheus.