El otro día leía entre los comentarios de la página uno muy interesante de Zed Xtal en la entrada de ¿Y si las pastillas de Matrix fueran 3?. Decía entre otras cosas lo siguiente.
Pensamientos incrustados provenientes de todas las etapas de su vida finalmente son quienes le dan la personalidad que lo caracteriza.
Pero existen los hombres que se Hacen a Si Mismos, claro ejemplo de que se puede dominar y generar una realidad a base de confianza, tenacidad y cambiar completamente los pensamientos de una realidad perdedora a una de triunfo”.
Una de las cosas que me gusta de esta web, es que me permite además aprender muchas cosas con los comentarios que me hacen los lectores. En muchas ocasiones, he leído un comentario que me ha hecho replantearme algo, o tener una nueva idea para otra entrada. Eso es lo que ha ocurrido con ese comentario, que me ha hecho plantearme cuál es la diferencia entre ser el producto de tu historia o crearte a ti mismo.
La persona que ha sido creada por su historia.
En la mayor parte de las personas, la historia que han vivido determina como son.
Tienes una experiencia negativa en el amor y te vuelves desconfiado. Has tenido una racha buena de resultados en alguna competición deportiva y estás pletórico. Has tenido una racha mala y tu confianza está por los suelos. Tuviste un padre que no creyó nunca en ti y dejaste de creer en ti mismo. Una vez presentaste un manuscrito a un editor, dijo que no podía publicarlo y piensas que no vales para escribir.
Experiencia tras experiencia se acumula para hacer de ti lo que el azar disponga. Eres confiado, desconfiado, seguro, inseguro, optimista, pesimista, conservador, progresista, cálido o frío, según lo que te haya pasado a lo largo de tu vida.
La persona que se crea a sí misma.
Pero no es necesario que seas el resultado de tu historia. Tú puedes decidir lo que quieres ser. Vencer la inercia que viene de tu pasado y decidir cómo quieres ser. Mirar a cada pequeña parte de tu vida y decir: “Yo decido ser así “.
¿Crees que es complicado cambiar lo que eres? ¿Crees que tu historia te condiciona demasiado? Empieza entonces por cambiar la historia de tu vida.
La misma historia puede ser diferente si cambias el lugar desde el que la mires. No hay nada que te condicione tanto como para determinar lo que eres si tú no dejas que te condicione.
Planteate como quieres ser. Mira cada aspecto de tu vida, piensa en las posibilidades y diseña como serás.
No tienes porqué sufrir, no tienes por qué conformarte, puedes cambiar lo que desees. Puedes crearte a ti mismo a tu voluntad.
Si lo haces serás mejor. Porque siempre es mejor que las cosas vengan de nuestra voluntad a que vengan del puro azar. Pero no solamente serás mejor. Hay algo más importante. Serás realmente tú. El tú que tú decidas ser. Serás el dueño de tu futuro.
Brillante post Ivan.
Creo que todos nos vamos haciendo, vamos configurando nuestra personalidad condicionados por el entorno. Primero por el legado emocional que a todos nos dejan nuestras madres. Despues por la familia, amigos…circunstancias… Creo que no es complicado “pulir” ciertos comportamientos que a uno no le gusten de si mismo. Lo realmente dificil es cambiar un rasgo determinante de la personalidad de cada uno. Lo que es consustancial a uno mismo, lo que es ” de estructura”, aprendido desde que somos muy chiquititos (no se si me explico).
En estos meses que llevo de terapia con mi psiquiatra me he dado cuenta de que hay algo en mi forma de ser que es producto de un entorno muy represivo que me esta costando Dios y ayuda ( y dinero!!) cambiarlo. Quizas otras personas sean capaces de vencer esa inercia del pasado por si mismos. Yo necesito ayuda de un especialista que me haga ir descubriendo las cosas y me de las herramientas que necesito para conseguir por fin ser quien quiero ser. Y cuando lo consiga sere mucho mas feliz.
Ojo con ese legado materno…a veces no conseguimos cortar el cordon umbilical con nuestras madres y coger solo lo bueno de esa herencia. Es muy complicado pero nada es impisible. Querer es poder.
Un abrazo
Ana
Es curioso Ana, que justamente hoy estaba leyendo un artículo en el que comentaba que gran parte de nuestra personalidad viene de como nos trataron nuestros padres. Parece que eso era cosa del psicoanálisis y estaba superado, pero las teorías más modernas vuelven a eso. Y no es algo aislado porque últimamente lo he leído en varios lados.
Creo que cuanto más escribo más me doy cuenta de que tenemos constantemente que hacer frente a las influencias de nuestros genes y de nuestro entorno para ser lo que queremos ser.
Un abrazo.
Hola, Iván! Este post me viene genial. Acabo de decirle a una amiga lo admirable de su personalidad, porque por muchas decepciones amorosas que ha tenido, ella sigue igual de pasional en todas ellas y le siguen afectando las rupturas. Debo confesar que yo, tras la primera ruptura, me volví más frío en esos periodos de luto y no dejé que me afectase mucho más (aunque por suerte o por desgracia no he tenido muchos…). Genial como siempre, Iván 😉
Yo creo que está bien no perder la pasión en cada nueva relación. Pero sin embargo en las rupturas es bueno aprender a reaccionar mejor. Muchas gracias por tus palabras.