¿Es posible sentirse bien sin estar cómodo del todo?
Por mucho que intentemos controlar todos los factores de incomodidad, en muchas ocasiones alguno de esos elementos seguirá estando presente.
Y entonces ¿qué tenemos que hacer?.
Acostumbrándose a no estar cómodo.
Una cosa es intentar eliminar todos los elementos de incomodidad y otra es pensar que de forma constante tu comodidad va a estar al 100%.
Las personas que tienen más carisma son capaces de sobreponerse a cualquier incomodidad sobrevenida. Esas personas tan carismáticas no proyectan la incomodidad a los que se relacionan con ellos.
¿Cómo se consigue eso?
Lo que diferencia a los buenos de los mejores en casi todos los terrenos es saber gestionar los momentos difíciles.
Si eres un jugador de golf profesional puede que te sea relativamente fácil jugar cuando todo va a favor. Pero ¿qué ocurre cuando acabas de fallar un golpe fácil?.
En ese momento te sientes incómodo, y aunque puedas usar alguna técnica para disminuir la incomodidad, siempre quedará una parte de incomodidad que te atormentará si no estás acostumbrado a seguir adelante.
Lo mismo te pasa si trabajas en una oficina y tienes que tener una reunión con un cliente importante el día después de que tú bebé haya estado llorando toda la noche.
Y ¿si resulta que tratas con una persona que te mira a los ojos de una manera mucho más intensa de lo que es habitual y te hace sentir incómodo?
¿Qué ocurre si tienes que dar una conferencia y te das cuenta mientras hablas de que tu camisa está manchada de salsa?
Qué técnica usar para superar la incomodidad.
Lo mejor para superar la incomodidad según Olivia Fox Cabane ( autora de “The Charisma Myth”) es centrarse en la situación que genera la incomodidad.
Conviene que mires esa sensación como si fueras un investigador que la trata de describir. ¿En que parte de tu cuerpo la sientes?, ¿Qué color tendría? ¿Es constante o va y viene?.
Además mientras la estás sintiendo haz dos cosas:
– Date ánimos a ti mismo. Te puedes contar lo bien que lo estás haciendo, lo valiente que estás siendo.
– Te puedes decir también que esa molestía pasará. Que es algo que estará ahí un tiempo y después desaparecerá.
Práctica constante.
Si quieres ser muy bueno aguantando las situaciones incómodas puedes intentar acostumbrarte a ellas mediante la práctica. Ya se ha convertido en un mantra de la autoayuda lo de “salir de tu zona de confort”. Yo no creo en salir de la zona de confort por salir de ella, lo que sí creo es en hacer cosas incómodas de una manera estratégica para acostumbrarte a ello.
Por lo visto cuando Tiger Woods estaba comenzando a jugar al golf, practicaba muchas veces a sacar la pelota enterrada del bunker de arena. Esa es una de las situaciones peores, y aprendiendo a controlarla se aseguraba no venirse abajo cuando en una competición le ocurriera eso.
Quizá puedas hablar con una persona que no conozcas , o quedarte mirando a una persona más tiempo del habitual, o probar a dormir intencionadamente un día menos horas de las habituales, o comer especialmente tarde, o ir a algún lugar con una camisa manchada de salsa. Son cosas que deberías probar en un entorno seguro, lejano de donde te muevas habitualmente, y donde nadie te conozca. Como se suele decir “los experimentos en casa y con gaseosa”.
Acostumbrarte a hacer cosas con las que no estés cómodo, te puede permitir un mejor desempeño en la siguiente ocasión en la que te encuentres en esa situación
Puede ser desagradable estar incómodo, pero es agradable saber, que aún estando incómodo, serás capaz de rendir al máximo.
(Esta entrada forma parte de nuestro curso gratuito de habilidades sociales)
Hace un par de meses atravesé varias calles con el agua por los tobillos,los zapatos se choparon completamente.Cuando se secaron y me los volví a poner,llegando al trabajo y supongo que con la ayuda del movimiento del pie al subir las escaleras,noté como la suela de uno de los zapatos se me estaba despegando del zapato.
Al llegar arriba tenía la suela que pendía de un hilo.Era un zapato plano de suela fina y lo que hice fue grapar la zona del talón y envolver con celo la zona de la puntera.Pasé así toda la mañana,medio arrastrando el pie.
Cuando alguien miraba mis pies y luego mi cara,yo no podía hacer otra cosa que reír o sonreír,según la confianza que tuviese con el observador,jaja.
Estoy totalmente de acuerdo en que es bueno practicar estas situaciones incómodas pq ves que no es para tanto y que puedes salir airoso.
Bueno sí te sirve de consuelo yo he llegado a ir al trabajo con un zapato negro y otro granate. Y no fue voluntariamente. Obviamente estuve muy descentrado. Lo ideal habría sido hacer una práctica parecida en un lugar donde nadie me conociera para acostumbrarme a reaccionar.
jajajajaja no se qué es peor !!!
Yo me encuentro en un centro de trabajo a un trabajador con un zapato de cada color y a otro con el zapato envuelto con celo……….y no vuelvo,a no ser que la empresa sea de disfraces,diviértete a tu forma y sin complejos o algo por el estilo !!! jajajaja.
Como dijo el general Patton “Una pinta de sudor ahorra muchas veces un galón de sangre”. Todo lo que sea entrenamiento para la batalla te ahorrará muchos disgustos cuando llegue la hora en la que no estés en un entorno controlado (entrenando). Es la lección que tienen que aprenderse todos los tímidos, la única cura contra la timidez es lanzarte, perderle el miedo a hacer el ridículo, aprender a desenvolverte en situaciones comprometidas. Como en todo, práctica, práctica y práctica
Me gusta esa cita. Y es cierta, muy cierta.Muchas veces se racanea con el sudor y se termina pagando en sangre.