La ilusión del enfoque

¿Le das demasiada importancia a las cosas?

¿Suelen permanecer los pensamientos en tu cabeza de forma obsesiva?

Quizá tengas el problema de ilusión del enfoque.

Imaginate que te pregunto

¿Qué tal es tu vida sexual?

Y luego te pregunto cómo eres de feliz.

En ese caso es muy probable que la valoración que hagas de tu vida sexual influya en tu idea sobre la felicidad.

Ahora imagina que te hago las preguntas en el orden contrario.

¿Cómo eres de feliz?

¿Qué tal es tu vida sexual?

Con este orden la valoración es diferente. El orden de los factores sí que altera el producto.

El lugar dónde pongas la atención de tu mente influye en tus emociones.

El premio nobel Daniel Kahneman lo explica diciendo:

Tengo un “máxima de galleta de la fortuna” de la cual estoy muy orgulloso: Nada en la vida es tan importante como crees que es mientras estás pensando en ello. Y nada te hará tan feliz como crees que lo hará. Solo pensar en las cosas puede hacer que parezcan muy importantes.

En una entrevista Kahneman volvió a explicar este principio.

 

¿Puedes hacer algo contra la ilusión del enfoque?

No es algo que puedas cambiar, es la manera en que funciona nuestra mente, dando una importancia excesiva a lo que tiene justamente delante.

Entonces, ¿tienes que resignarte? No, no es necesario. Lo que tienes que hacer es ser estratégico en cuanto a los lugares en los que pones tu foco, porque eso va a influir en cómo te sientas.

Evita las comparaciones constantes con gente más exitosa o estar constantemente en redes sociales en que las personas pintan su vida de color rosa. Al tener tu mente en ellos inevitablemente te vas a sentir peor.

Trata de alejarte de algo por un tiempo cuando veas que adquiere demasiada importancia para ti. Si por ejemplo quieres un nuevo teléfono, tu foco va a hacer que te parezca que tu vida va a cambiar si lo tienes. El alejarte temporalmente te hará ver las cosas con más distancia.

Elige en qué quieres poner tu mente. Socrates dijo: la mente es todo. En lo que piensas, es en lo que te conviertes. Si dejas que tu atención vague sin control, puedes convertirte en cualquier cosa. Si controlas tu atención y la colocas donde deseas, te convertirás en lo que quieres ser.

Por último ten en cuenta que lo mismo que te ocurre a ti, les ocurre a los demás. Al comunicarte con otras personas, puedes conseguir que pongan su foco en algo que las acerque a ti, en lugar de en algo que las aleje de ti.

Si te gusta esta entrada no la copies, compártela en tus redes mencionando el origen. Muchas gracias

Deja un comentario