Los dos minutos de odio.

Ninguna fuerza es tan inmediata en su intensidad como el odio.

Ninguna fuerza une tanto como el odio compartido. 

 

Dos minutos de odio
Por: flickr.com/photos/alosojos/335099189/

 

El animal que odia.

 

Muchas veces se dice que el hombre es el único animal capaz de violencia, o el animal más violento. No estoy de acuerdo ni con una afirmación ni con otra. Basta con ver documentales de naturaleza para comprobar que los animales se luchan y se matan con mucha facilidad.

¿Quieres criticar las guerras? Echa un ojo a la vida de las hormigas.

¿Quieres hablar de violencia en el hogar? Conoce la vida de la mantis religiosa.

¿Preocupado por los padres que tratan mal a los hijos? Seguro que no los hay peores que los leones.

Lo que sí creo es que el hombre, que no es el más violento, sí es el único capaz de odio.

El odio requiere una proyección imaginativa que los demás animales no creo que sean capaces de hacer. El odio es una acumulación de energía negativa sedimentada que en los demás animales es imposible.  Exige tener unos recuerdos, acceder a ellos con un estado de ánimo determinado y sentir la necesidad de unas consecuencias.

 

El poder del odio.

Sería demasiado fácil decir que todo odio es malo. El odio  puede ser útil. ¿Cuántos levantamientos contra un tirano han sido fundados en el odio?. Sin embargo en general el odio tiene un doble inconveniente:

– Es la causa de gran parte de la violencia existente.

– además nos genera un estado muy negativo, y de sufrimiento.

 

 

El odio como elemento de cohesión.

 

El odio es un elemento esencial para la manipulación de masas. Su efecto es inmediato, y tiene menos matices que el amor. Así como el amor puede quebrarse con mayor facilidad si existe algún elemento discordante, el odio es mucho más monolítico, más binario, todo o nada.

Conseguir crear afrentas imaginarias, o aumentar afrentas reales, es una manera eficaz de crear odio. Y crear odio es una manera muy eficaz de conseguir unir a una población. Por eso la gran mayoría de los grupos se definen no solo por lo que aman sino sobre todo por lo que odian.  Si quieres ver como funciona el odio te recomiendo este video, Dos minutos de odio de 1984 de Orwell.

Reflexiona acerca de las cosas que odias.  ¿Cuántas de ellas las odias por tu propia voluntad? ¿Cuántos odios han sido creados por algún grupo al que perteneces, o al menos han sido favorecidos por ese grupo?. ¿No te has visto reflejado ni un poco en los espéctadores del cine que salen en el vídeo?

 Si tienes que odiar, que sea por elección propia. 

 

 

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13 comentarios en «Los dos minutos de odio.»

  1. En mi vida no hay odio (mentiría si digo que nunca lo hubo, pero de eso fue hace mucho tiempo ya), y es que las situaciones o personas desagradables tiene la importancia que quieras darle…

    Ya sabes lo que dicen…El odio es como tomar un veneno esperando que sea el otro el que muera (ya sabes que me lo invento todo, pero algo así era…jajaja)

    Id mirando lo de los podcast ahora que estoy un poco más libre…<3

    Chu!!

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  2. Muy interesante el hecho de apuntar el odio como elemento cohesionador. Así se identifica su utilidad y se explica su supervivencia como emoción básica dentro de la psicología evolutiva. Está claro que el crear un enemigo común y único es un elemento primordial dentro de la propaganda y la manipulación de masas. Gracias por el post y un saludo.

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  3. Si he odiado por decisión propia, pero me di cuenta que no traía nada bueno a mi vida, uno llega a amargarse… por cierto muy interesante el video, ese comportamiento humano es muy común. Saludos.

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  4. y que pasa cuando uno es el blanco y es el ser odiado ?, en mi caso mi suegra me odiaba y ponia a todos en mi contra, mi esposo me llego a odiar hasta los golpes y toda su familia.

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    • Cuando alguien te odia, es casi inevitable que lo acabes odiando. A un amigo mío le pasó con su suegra como a ti. Y la acabó odiando, además de acabar separado de la mujer.

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      • Creo que el odio es uno de los peores sentimientos que pueden aparecer en nuestra vida. Son increíbles las consecuencias que nuestros comportamientos motivados por el odio pueden tener. No creo que podamos elegir odiar a alguien, de la misma manera que no elegimos consciente y racionalmente enamorarnos de alguien por ejemplo. Desde el único sitio desde el que podemos actuar y elegir es desde nuestra voluntad. Yo puedo odiar a una persona pero elijo entre matarla ( como leo ahora en prensa que hizo aquella mujer que se cargó a la Presidenta de la Diputación de León) , retirarle el saludo por ejemplo o simplemente pasar de ella y apartarla de mi mente. Ahí es donde podemos elegir. No podemos elegir odiar.
        Mi suegra gracias a Dios es un amor…y que dure…Yo también conozco matrimonios arruinados por una suegra, entre ellos dos de mis tíos ( mi abuela era de esas suegras odiosas)
        Un abrazo

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