” Tienes poder sobre tu mente – no sobre los acontecimientos externos. Date cuenta de esto, y encontrarás la fuerza.”
¿Te ocurre que a veces estás feliz y a veces estás muy triste?
¿Sientes que tu vida es una constante montaña rusa de subidas y bajadas?
¿Te gustaría tener un estado de ánimo más equilibrado?
Puedes conseguirlo.
Pero para ello has de hacer lo que dice Marco Aurelio. Saber que no puedes intentar que los acontecimientos externos sean siempre favorables. Y que lo que has de hacer es tomar el control de tu estado de ánimo sean como sean los acontecimientos.
Me gustaría explicártelo de una forma un poco distinta esta vez. Y para eso he hecho un vídeo. Espero que te guste.
Estas que te sales con tu material didáctico! aunque sincerametne me molan más esos esquemas super currados que publicas en otras entradas.
Hablando más en específico del artículo, yo diría que debemos adaptar y mover las velas de nuestro barco según las circunstancias, en lugar de remar que parece que fueramos salmones nadando a contra corriente.
Pero ¿no eras tú el que me acusabas de vago? Y ahora no quieres remar. Pues yo sigo diciendo que sí hay que remar.
Qué bueno Iván!! Es muy bueno el vídeo!
Lo malo de remar es que puedes acabar muerto de cansancio cuando llevas un tiempo rema que te rema. Yo los usaría puntualmente.
Sería mejor poder tener un botón que hiciera que el barco automáticamente cambiara la dirección de las velas hacia donde tú quisieras. O que salieran remos que remaran solos…
O a veces incluso puede ser mejor no hacer nada y esperar a que el viento deje de soplar…
Eres una vaga Diana jajaja. Yo creo que has de hacerte responsable de tu estado de ánimo. Remar, cuando llevas un tiempo haciéndolo, no es tan complicado.
Vaga yoooo?
Habrase visto….
Gracias a Dios he aprendido ya mucho y no me hace falta ni remar. Directamente le soplo al viento y ya está. Jajaja
El próximo post lo queremos con dibujo, esquema, vídeo con animaciones y musiquilla de fondo por favor. Si no es mucho pedir… 😉
Se admiten colaboraciones, eh. 🙂
Excelente, Yo dejaría las velas, si las quitamos, cuando el viento esté a favor, no servirá de nada. Las velas las vería como “resistencia al cambio”, si todo va bien, la idea es que nada cambie, pero si algo empieza a salir mal, la idea es bajar esa resistencia, y así el cambio o los problemas que surjan no afecten nuestro rumbo. No sé, lo veo así. Gracias por el video, tú sabes cuanto adoramos tus dibujos, !y ahora en video!
Muchas gracias Leo. Aunque veo que todos os resistís a remar jajaja.
Algo parecido a lo que dices Leo, opino yo. Las velas, según Iván, son la influencia de las circunstancias en nosotros. Y eso no se puede quitar! Porque siempre vamos a sentir la influencia de lo externo en nuestro ánimo. Lo bueno que venga ( el viento a nuestro favor) hace que nuestro ánimo suba. Lo malo ( lo que nos lleva a la “in-fe-ci-li-ci-dad” ( jaja esto es un golpe bajo Iván) , nos influye también negativamente. Ahí es donde tenemos que actuar modificando la posición de las velas para ir hacia donde queremos ir. La voluntad serían las velas, no los remos. Podríamos liarla más suponiendo que cada uno somos un tipo de barco distinto ( me pido trasantlántico de cruceros a todo trapo tipo Titanic pero con sistema antinaufragio)
Vamos, que entre todos te vamos a hundir el post a este paso(y el barco) Iván…
De todos modos, y ahora en serio, a mi me parece una entrada de diez. Muy original y muy auténtica Iván ( trabada incluida eh?)
Yo creo que la influencia de las circunstancias en nosotros se puede minimizar. Se puede reducir mucho. Siempre habrá olas según de donde sople el viento, pero si hay personas capaces de seguir sonriendo en las circunstancias más duras ¿por qué no vamos a serlo nosotros?
Porque aún no hemos aprendido a hacerlo. Y esas personas sí han aprendido.
Lee el cuento de La zanahoria, el huevo y el grano de café.
A mí me queda mucho camino aún para llegar a ser café. Soy una mezcla de zanahoria y huevo aún pero todo se andará…
Suena más a chiste que a cuento, pero lo leeré.