Aprende a criticar como Miguel Ángel Buonarroti.

Miguel Ángel

Este hombre sabía esculpir.

Los genios universales no lo son por casualidad. Cuanto más descubro de los grandes hombres de la humanidad, más tengo la convicción de que si no hubieran sobresalido en un campo hubieran sobresalido en otro. Y no por genialidad, sino por su capacidad de trabajo y su capacidad de concentración en una cuestión determinada.

No me gustaría que las perlas de conocimiento de estos genios pasaran desapercibidas, así que en diversos artículos, iré recogiendo consejos de estos grandes hombres, y analizándolos para sacarles todo su jugo.

Para empezar un genio de los que nunca serán olvidados: Miguel Ángel Buonarroti, capaz de pintar la capilla sixtina, hacer esculturas como la Piedad, el David o el Miguel Ángel, y hasta de dar nombre a una tortuga ninja.

Michelangelo Buonarroti (1475-1564)

Miguel Ángel puede que fuera un genio. Pero lo que es seguro es que era un trabajador incansable. Normalmente dormía muy poco y se pasaba semanas con la misma ropa y zapatos. Su ayudante llegó a decir que cuando Miguel Ángel se quitaba los zapatos su piel se pelaba como la de una serpiente.

Por suerte no estamos en esa época y podemos evitar oler los pies del bueno de MIguel Ángel. Lo que sí podemos hacer es escuchar su consejo sobre la crítica.

"Critica creando". Miguel Ángel.

La crítica es una tendencia humana.

La crítica es una cuestión de mantenimiento de estatus. Los seres humanos, como todos los animales estamos constantemente luchando por el estatus. Especialmente los hombres, porque el estatus es aún más importante para nuestro éxito reproductivo que en el caso de las mujeres.

Y se engañan los que creen que podría existir una sociedad en la que el estatus no importe. Incluso en las sociedades más aparentemente igualitarias existe una lucha por el estatus.

Y no es una cuestión únicamente humana. Todos los animales luchan por obtener estatus.

Al criticar, lo que estamos haciendo es reaccionando contra una persona que está subiendo su estatus y por tanto bajando el nuestro. En los grupos primitivos en los que ha estado el hombre durante toda su historia, de unas decenas de individuos, la subida de estatus de una persona implica la bajada de los demás. Si un hombre que era el digamos número 20 y pasa a ser el número 10 ( lógicamente no hay posiciones organizadas de esa forma tan clara pero si hay una escala) , todos los que están entre ambos números ven su estatus perjudicado.

Por eso el deseo de criticar es natural, como lo es la envidia, porque es un mecanismo de defensa de nuestra capacidad reproductiva. Por eso cuando deseas criticar a alguien, aunque intentes contenerte acabas haciéndolo. Y por eso criticas y envidias más a quien crees que está en un nivel de estatus semejante al tuyo y no al que está muy por encima y muy por debajo.

Pero la crítica además es un intento de defender nuestra autoestima. Si yo deseo escribir un libro y critico a quien ha escrito uno, estoy evitando su subida de estatus, pero también estoy intentando defenderme contra una voz interior que me dice: " ¿por qué no lo has hecho tú también, vago?".

Crítica mediante la creación

El que tengamos reacciones predeterminadas en nosotros no significa que no las podamos cambiar. Significa solamente que vamos a tener que trabajar duro para hacerlo.

Eso mismo pasa con la crítica. Tenemos que trabajar para identificar el malestar que originaría la crítica y en lugar de seguir la reacción habitual y criticar, utilizar esa energía para crear algo nuestro.

Los sentimientos negativos pueden dar lugar a estados negativos, pero también pueden ser utilizados como motivación para conseguir cosas positivas.

Miguel Ángel lo hacía. ¿ Por qué no probarlo tú también?.

7 consejos que te daría Charlot si le invitaras a cenar.

A veces pienso que sería divertido conocer a algún personaje de esos famosos y que marcan la historia. No necesariamente el más importante, sino alguno que por algún motivo especial me llame la atención. Hay varios y a todos les dedicaré su momento, pero no sé porqué me apetece empezar con uno divertido... Charles Chaplin. Charlot.

Como está un poco muerto, haremos el milagro de revivirle a través de sus frases más destacadas y como si estuvieramos cenando con él leeremos sus frases más llamativas. Y como me cuesta mucho no dar mi opinión haré un comentario de lo que me sugieren dichas frases. Por la cuenta no te preocupes, yo pago la mía y la de Charlot ( los muertos comen poco) . La tuya la dejo para ti, no sea que te pases pidiendo.

Que se quite el bombín el que no se haya reído con Charlot.

Que se quite el bombín el que no se haya reído con Charlot.

1. Mirada de cerca, la vida es una tragedia, pero vista de lejos, parece una comedia.

El tiempo elimina la carga emocional de las cosas. Lo que hoy parece extremadamente importante, mañana te resultara totalmente carente de importancia y hasta divertido.

2. Hay que tener fe en uno mismo. Ahí reside el secreto. Aun cuando estaba en el orfanato y recorría las calles buscando qué comer para vivir, incluso entonces, me consideraba el actor más grande del mundo. Sin la absoluta confianza en sí mismo, uno está destinado al fracaso.

La fe en uno mismo ha de ser absoluta, sin dudas. No ha de significar ,claro, que pienses que eres perfecto, que no hay otro como tú. Es más bien una creencia en que serás capaz de superar todos los obstáculos, que no hay nada que pueda definitivamente contigo. Que sea lo que sea lo que hayas de aprender o hayas de mejorar serás capaz de trabajar en ello. Si tú no crees en ti mismo la vida tampoco lo hará.

 3. Sin haber conocido la miseria es imposible valorar el lujo.

Imagínate que fueras el hijo de un jeque árabe multimillonario. Que tuvieras todas las comodidades, todos los lujos, que solo condujeras Ferraris y durmieras en la mejor suite de cada hotel. Si fuera así, no considerarías que vives en el lujo, sino que pensarías que vives de manera normal, porque en tu realidad todos los coches son Ferraris y todos los hoteles son de lujo. En resumen que tienes suerte de ser pobre como una rata, y que cuando veas tu seat León puedes pensar que conocerlo te hará disfrutar mucho más de tu futuro Ferrari.

4. No esperes a que te toque el turno de hablar: escucha de veras y serás diferente.

Yo siempre he seguido este consejo. Bueno al menos la primera parte del consejo, la de no esperar el turno de hablar. Nada es peor que una persona que interrumpa tu inteligente frase para  intercalar una memez de su propio cuño. Pero quizá lo mismo que te ocurre a ti, les ocurre a los demás. No todo el mundo aprecia tu fascinante sabiduría. Así que aprende a escuchar... es fundamental. Por otro lado una reflexión, que me viene a la cabeza ¿por qué en la realidad nadie quiere escuchar y todo el mundo quiere hablar y en los blogs la gente prefiere leer que comentar?

5. Hay una cosa tan inevitable como la muerte: la vida.

Casi siempre pensamos en lo peor, en que necesariamente ha de llegar la muerte. Pero tan obvio como es que vamos a morir, y tan necesario como es recordar que moriremos, es el pensar que ahora en este mismo momento estamos viviendo. Así que además del famoso "memento mori" o "recuerda que morirás" que recordaba constantemente un esclavo en Roma a los emperadores, deberíamos tener alguien que nos recordara que estamos viviendo.

6. Luchar para vivir la vida, para sufrirla y para gozarla... La vida es maravillosa si no se le tiene miedo.

"La vida puede ser maravillosa" decía el tristemente desaparecido Andrés Montes. No creo que haya que perder todos los miedos, pero si hay que perder el miedo como filosofía. El miedo como actitud vital. El miedo a lo que puede ocurrir, el miedo a lo que puede no llegar a pasar. Un cobarde muere mil veces dijo alguien. Y es cierto. Y cuando nos quitamos el plomo del miedo de los hombros, la vida deja de verse de color gris.

7. Ríe y el mundo reirá contigo; llora y el mundo, dándote la espalda, te dejará llorar.

Charlot lo entendió muy bien. Y por eso siempre se dedico a hacer reír a los demás. Fíjate en que no se trata de que cuentes cosas buenas o desgracias. Se trata de la forma de contarlo. A la gente le encanta escuchar las desgracias ajenas si son contadas de manera divertida. Por eso los cómicos de monólogos siempre hacen referencia a sus supuestamente inexistentes vidas sexuales y no a sus hazañas de cama.

Intenta no dedicarte a glosar tus hazañas, a nadie le gusta escuchar a otra persona glorificarse. Cuenta lo que te apetezca contar pero sin darte demasiado bombo y siempre de una manera interesante.

Ideas para regalar

Edison´s GiftCopyright by Stephan Uhlmann

Regalar. Hermosa palabra, dar algo sin recibir nada a cambio. Y sin embargo siempre que pensamos en un regalo automáticamente pensamos en un paquete con un lazo, en algo material.

Sin embargo en ocasiones se pueden hacer regalos de algo más importante que una cosa material, de algo potencialmente más duradero y más interesante: un concepto, una idea que pueda crecer y convertirse en algo fuerte e importante para la persona que lo recibe.

No regalarías a nadie algo que esa persona no quiera, aunque a ti te guste. Por lo mismo si sabes que la persona no quiere lo que quieres darle no te empeñes en ofrecérselo.

Especial cuidado has de tener con los consejos. Piensa sinceramente ... por cada consejo que has considerado importante para ti, ¿cuántos consejos no solicitados y sin ningún valor has recibido?. Muchas veces pensamos que nuestros consejos son tan acertados que la otra persona los necesita de inmediato, pero si pensamos con un poco más de humildad nos daremos cuenta de que en raras ocasiones eso suele ser realmente así.

No regalarías a nadie algo usado, como unos zapatos que ya no te sirvan o una camiseta que ya no quieras porque se le fue el color. De la misma manera cuando hablo de regalar un concepto o una idea no me refiero a regalar una idea que hayas descartado por ser inservible o que veas inútil, sino una idea que veas realizable e interesante. Tampoco ha de ser una idea básica en tu futuro, por lo mismo que no regalarías tu propia casa, pero sí algo que tenga un valor en sí mismo y de lo que puedas desprenderte.