Cuando tienes una determinada edad y comienzas a mirar hacia atrás, te das cuenta de las cosas que no sabías antes y que has aprendido. En el colegio estaban demasiado ocupados haciéndome memorizar la vida del escarabajo pelotero como para enseñarme estas cosas. Lo bueno es que ,aunque me gustaría haberlas sabido antes, me alegro de saberlas al menos ahora. Así que aquí están las 21 cosas que no te enseñaron en el colegio.
- Lo que hoy parece un desastre y el fin de la vida, mañana puede ser una anécdota sin importancia que contar a los amigos. Cuando eres joven y tienes pocas experiencias cualquier suceso negativo puede parecer terrible. Recuerdo la primera vez que me gustó una chica que no me hizo caso, y estuve días y días pensando en lo horrible que era la situación, pegado al teléfono a ver si me llamaba. Ahora no es sólo que no me resulte importante sino que lo veo incluso con un cierto cariño y me resulta gracioso.
- El principio del 80/20 o principio de Paretto. No todo el esfuerzo tiene el mismo resultado. Haciendo el 20 por ciento del esfuerzo puedes conseguir el 80 por ciento del resultado. Si te empeñas en llegar a la perfección en un campo es muy posible que tengas que hacer muchísimo más esfuerzo ( el 80% que falta hasta llegar al 100%) que para llegar a un nivel razonable de competencia ( para el que te basta el 20%).
- Medita diez minutos al día. No ha de ser nada especial, solo sentarte en silencio, cerrar los ojos y sentir tu respiración. Pero el beneficio que notarás es tan grande que si empiezas a hacerlo es muy probable que no dejes de hacerlo nunca.
- El que algo salga mal puede ser una gran oportunidad pero sólo si piensas en lo que ha ocurrido y en lo que puedes hacer diferente la próxima vez. Si no cambias te estarás estrellando contra un muro y no podrás mejorar nada.
- Nunca gastes más de lo que tienes. Recuerdo que hace unos años me encontré con una pareja que ( además de decir que provenía de un hijo bastardo del propio Rey de España) defendía que no tenía sentido esperar a disponer del dinero para disfrutar un bien si tenías la posibilidad de comprarlo a plazos. Ellos lo habían hecho así con todo el mobiliario de su casa. La crisis y el tiempo han demostrado que no tenían ninguna razón. Si en las épocas buenas vas al límite en las épocas malas te hundirás.
- Acepta que cada uno busca su interés y es legítimo que lo haga . Entiende que igual que tú eres especial para ti mismo todos los demás son especiales para sí mismos. Tú buscas conseguir tu meta, y los demás buscan conseguir la suya. Y no hay nada de malo en que sea así. Si quieres algo de una persona piensa en lo que tú le has de aportar a ella, y no sólo en lo que deseas que esa persona te aporte a ti.
- Haz que las demás personas se sientan bien, valora lo bueno que tengan. Las personas que tienen mucho éxito con los demás siempre se caracterizan por una cosa. Consiguen hacer que las demás personas se sientan muy bien. Pero no creas que para eso has de hacerles la pelota. Simplemente has de valorar las cosas buenas que realmente esas personas tienen.
- No hables de ti como si todo te fuera bien, ni hables de ti como si todo te fuera mal. A las personas reales les ocurren cosas buenas y cosas malas. Tienen aciertos y tienen errores. Si te empeñas en mostrar que sólo te ocurren cosas malas la gente rehuirá tu compañía porque te considerará una persona negativa. Si te empeñas en hablar solamente de tus éxitos la gente huirá de ti porque te considerará un engreído.
- La manera más sencilla de cambiar una situación, es cambiar la manera en la que miras. No siempre puedes cambiar lo que ocurre, pero lo que sí puedes hacer siempre es buscar la perspectiva que resulte más positiva y que te haga sentir mejor.
- Cuando te relaciones con una persona, imagina que esa persona tiene una opinión positiva de ti. Tu manera de actuar será totalmente diferente si piensas que a esa persona le gustas que si piensas que a esa persona le disgusta tu manera de ser.
- Compite solamente contigo mismo. Desde el colegio te enseñan a competir con los demás para ser el primero. Pero es imposible que ganes a todo el mundo todo el tiempo en todas las cosas. Y eso sólo te llevará a tu infelicidad. Cuando veas que una persona logra una cosa que tú no has logrado piensa en lo positivo. Eso demuestra que con el esfuerzo necesario tú también lo podrás lograr.
- Mejora cada día tus habilidades. No hay inversión tan rentable como la que puedas hacer en ti mismo, en ser cada día mejor. Ocurra lo que ocurra y pase lo que pase, eso siempre producirá sus frutos.
- Intenta no crearte enemigos salvo que sea estrictamente necesario. A veces los amigos desaparecen de tu vida para no volver a aparecer nunca. Sin embargo los enemigos tienen la mala costumbre de aparecer en los momentos más inadecuados.
- Elige las batallas que quieres luchar. No tienes que ser el héroe que resuelva todos los problemas del mundo. Piensa en la cantidad de situaciones inaceptables que existen. ¿Crees que las puedes resolver todas?. ¿Crees que merece la pena que luches en cualquier pequeña cuestión que pueda surgir?.
- Aprende a hablarte a ti mismo. No hay alimento más podrido, que las palabras negativas que tú mismo te dices. Aprende a tratarte con el mayor de los cariños. Dando la vuelta al famoso refrán: Lo que no quieras para los demás, tampoco lo quieras para ti mismo. Aprende a usar las afirmaciones en tu favor.
- Haz tu propio esquema de como es el mundo según lo que has aprendido. https://entusiasmado.com/todos-necesitamos-un-mapa-del-mundo Si aprendes una cosa importante no dejes que se vaya, inclúyela en algún sistema que te permita recordarla la próxima vez que se de una situación semejante.
- No dejes que nadie decida por ti, ni busques que nadie lo haga. Nadie tiene todas las respuestas. La gente que habla con mucha seguridad de cualquier cosa en ocasiones es a la que menos debes seguir. Hay una tendencia en nosotros de buscar a la persona que te dará la seguridad y te permitirá aceptar siempre, pero si buscas eso solo conseguirás que cuando cometas errores, esos errores no sean los tuyos propios.
- Aprende a tomar decisiones de manera rápida, y aceptar que no siempre serán acertadas. En ocasiones te equivocarás, pero la única manera de no equivocarte sería no tomar ninguna decisión y eso sería un error mucho más grande aún.
- Un día es una oportunidad que puede valer casi tanto como una vida entera. Nunca serás tan joven como hoy, nunca encontrarás un día exactamente igual que este. Es algo único y diferente, algo que no se repetirá. Acarícialo y mímalo.
- Nunca dejes de explorar y de inventar. La vida tiene una tendencia muy grande a convertirse en rutinaria. Cuando sientas que tu motivación disminuye, que todo te resulta gris y aburrido recuerda que siempre has de hacer un esfuerzo por crear, por descubrir, por pensar de maneras diferentes.
- Date cuenta de que nunca es tarde para aprender. Y que no es necesario que vuelvas a tener 18 años para poder aplicar todas esas cosas. Tu decides cuando empieza tu vida. Y ya puesto, ¿por qué no decidir que empieza hoy?.
¿Qué cosas te gustaría a ti haber sabido antes?
Me intriga un detalle…¿por qué has elegido 21?.
¿Sabes? Si escribo cuentos para niños es justo para contarles las verdades que en el colegio no se enseñan y que he aprendido con los años a base de tropiezos. Tengo algunos temas recurrentes, pero hay tantas cosas que tengo que decirles!
Me habría gustado que me hubieran enseñado que al ser más pequeño (en el sentido de no ocupar cargos importantes) uno es más libre, tiene que rendir cuentas a menos gente y necesita menos para mantenerse.
También me habría gustado que en el colegio me hubieran enseñado a ser responsable de mi felicidad.
A ser libre.
A no dejarme atrapar por las emociones y los miedos.
Que me hubieran enseñado a confiar en mí.
Que me hubieran enseñado lo mismo que se enseñaba a los chicos respecto a confianza, al derecho a recibir (y no sólo dar)…
A ser también indulgente conmigo misma cuando las cosas no me salieran bien.
Que me hubieran enseñado cuánto exactamente (en euros o especie) necesita una persona para vivir. Y qué coste real tiene lo que sobrepasa este mínimo necesario.
Que no somos inmortales y, en el mejor de los casos, suponiendo que vivimos 100 años con buena salud, apenas disponemos de 36.500 días. Que hay que usarlos bien.
Que todo lo que llega, se va y que hay que dejarlo ir, dando las gracias por haberlo tenido. Que en realidad nadie tiene nada, sólo disfruta de determinadas cosas (o personas) que un día ya no estarán. Y que ese día llegará, seguro.
Y puedo seguir mucho más tiempo, pero claro, hay que parar en un momento dado.
36500 días… es cierto. No se porqué pero leído así suena a ser muy muy poco tiempo. Habrá que aprovecharlo bien.
Yo pienso que la mejor escuela es la vida,aprender de las experiencias negativas y tambien de las positivas.
Creo que el verdadero aprendizaje está en la práctica y no en la teoría,a cualquier edad.
¿ qué persona sabrá valorar más,sabrá entender más y tendrá más capacidad de reacción y disfrute en la vida, la que se ha caído y ha comprovado por sí sola qué pasa o la que nunca ha experimentado la caída pero conoce la teoría?
¿cómo se pueden entender conceptos,por más que nos los expliquen,como la decisión o sentirse mejor, si no los vivimos?
Creo que hay muchas cosas que no nos pueden enseñar,que tenemos que vivir para aprenderlas, sentirlas y valorarlas.
También tengo curiosidad por el nº 21 🙂
La verdad es que estaba pensando en lo del 21 y os iba a responder que porque pensé en 20 y luego se me ocurrió una más. Pero creo que no es solo eso. Los dos números más mágicos son el 3 y el 7. ¿Qué número es 3 veces 7 o 7 veces 3?.
Todos los consejos que das son muy buenos pero si me tengo que quedar con uno, me quedo con el 4 “El que algo salga mal puede ser una gran oportunidad”.
Recuerdo en mi infancia y en mi juventud que cualquier “fracaso” me producía una tremenda desazón. Con el tiempo he aprendido a valorar todo lo que aprendemos equivocándonos.
Hace poco leí algo muy en la línea de este consejo del que estoy hablando, “he aprendido tanto de los errores que estoy pensando cometer otro”
Un saludo
Para mi luis José cometer errores es como pillar semáforos cerrados. No algo de casa para encontrarlos pero se que los encontrare si quiero llegar donde voy. Un saludo.
Llego de rebote a este post antiguo y solo puedo aplaudirlo. La sabiduría de la experiencia, esto hay que enseñarlo en cuanto se tenga un mínimo de madurez mental para comprender la importancia de este mensaje. Mañana te doy bombo desde twitter a este post 😉
Te lo agradezco. De las pocas cosas buenas que tiene la edad, es la experiencia. Un saludo.