Cómo recordar todo lo que has leído

Seguro que alguna vez has leído un libro y uno o dos días después no recuerdas nada de él.

¿Qué cosas recordamos?
En general, somos capaces de recordar lo que hacemos y lo que vemos, pero no lo que oímos o leemos. Podemos recordar algunos de los hechos que aprendemos, pero no todos.

Entonces, ¿qué podríamos hacer para recordar mejor? ¿Existe algún truco para conseguir recordar mejor toda la información que recibimos?

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¿Cómo recordar todo lo que lees?

1.Recordamos las cosas que nos interesan. Por eso aprendemos lo que nos gusta aprender. Es más probable que recordemos algo que nos resulta interesante. Por el contrario, es más probable que olvidemos algo que no nos interesa. Esto se llama memoria selectiva.

Para interesarte por algo, recuerde tu porqué. Necesitas una razón por la que TÚ quieres aprender algo. La respuesta es tu motivación Y no me creas cuando digo esto de forma exagerada, es simple: si no estás intrínsecamente motivado por lo que haces, entonces debes encontrar una forma diferente de aplicarte.

2. También recordamos mejor las cosas cuando pensamos sobre ellas de diferentes maneras.

No basta con dedicar tiempo a las cosas. Conviene dedicarles tiempo de manera activa y creativa. Imagina que tuvieras que recordar un edificio ¿lo recordarías mejor simplemente mirándolo desde la fachada o recorriendo su contorno, entrando, ojeando los diferentes detalles?

3. Recordamos mejor cuando utilizamos nuestros sentidos. Por supuesto, puedes utilizar el olfato, el tacto o el gusto, pero el oído y sobre todo la vista son los sentidos más eficaces para la mayoría de las personas. ¿Cómo puedes hacer que el contenido sea más atractivo y memorable? Utiliza imágenes relevantes. Aunque muchos autores afirman que las imágenes extrañas se recuerdan mejor, en mi experiencia se tiende a olvidar aquellas imágenes que no tienen sentido. La mejor imagen es la que enlaza con algo que ya conoces.

4.Recordamos mejor lo que está vinculado a otras cosas.

Una de las formas más eficaces de recordar las cosas es la vinculación. Cuando aprendes una cosa nueva, puedes enlazarla con otra anterior.

La mejor conexión de todas es la que tiene una causa intermedia 

Se trata de aquellas cosas que no Por ejemplo, al final de la película Dunkerke, las tropas que regresan a Inglaterra conocen el discurso de Churchill sobre la lucha en todos los lugares contra los alemanes. Si guardas esa imagen en su mente, entonces recordarás fácilmente que ambas cosas sucedieron una tras otra. Eso puede ser útil para situarlas en el tiempo.

5. Se recuerda mejor si después tratas de explicar lo aprendido en palabras sencillas. Es el método Feynman del que te hablo en otra entrada.

6. Se recuerda mejor lo que se aprende teniendo ya una estrategia para recordar.  A ser posible el aprendizaje en relieveAprender un poco de todo, pero distinguiendo lo esencial de lo accesorio y centrándote en recordar lo esencial.

Y no hay que olvidar otra cuestión. De nada sirve aprender cosas que no vas a practicar, porque las terminarás olvidando. Es como situar una fortaleza tan dentro de territorio enemigo que no puedes defenderla.

Podemos resumir todas esas reglas en esta única regla: Recordamos lo que es significativo. Haz que las cosas sean significativas y las recordarás mucho mejor.

 

¿Es mejor el papel que la pantalla para aprender?

La mayor parte de nuestras lecturas las hacemos ya vía digital, pero ¿ es esa la mejor manera de aprender?

Eso es lo que trata de responder un estudio realizado en la universidad de Maryland. Te lo traducimos aquí por su interés.

Nativos digitales

Los estudiantes de hoy se consideran nativos digitales, la primera generación que creció rodeados de tecnología como teléfonos inteligentes, tabletas y lectores electrónicos.

Los maestros, padres y legisladores son conscientes de la creciente influencia de la tecnología y han respondido en consecuencia. Se ha invertido más dinero en tecnología para el aula, y los alumnos ahora reciben iPads proporcionados por la escuela y tienen acceso a libros de texto electrónicos. Los legisladores de California aprobaron una legislación en 2009 que exige que todos los libros de texto universitarios estén disponibles en formato electrónico para 2020; Los legisladores de Florida aprobaron una legislación en 2011 que requiere que las escuelas públicas conviertan todos los libros de texto a formatos digitales.

Dada esta tendencia, los maestros, estudiantes, padres y políticos pueden creer que la familiaridad y el gusto de los estudiantes por la tecnología se traduce en mejores resultados de aprendizaje. Pero hemos descubierto que no siempre es así.

Como estudiosos del aprendizaje y la comprensión de textos, nos hemos centrado recientemente en las distinciones entre la lectura de medios impresos y digitales. Si bien los nuevos tipos de tecnología en el aula, como los libros de texto digitales, son más accesibles y portátiles, es incorrecto suponer que la lectura digital beneficiará mejor a los estudiantes solo porque lo prefieren.

 

La velocidad tiene un costo

Nuestra investigación ha descubierto una disparidad considerable. Los estudiantes manifestaron que preferían y se desempeñaban mejor cuando leían en las pantallas. Sin embargo, su desempeño real sufrió como resultado.

Por ejemplo, a partir de una revisión de los datos publicados desde 1992, descubrimos que los alumnos podían absorber mejor el material impreso para textos de más de una página. Esto parece estar relacionado con el efecto perturbador del desplazamiento (scroll) en la comprensión. También nos sorprendió escuchar que en sus estudios de textos impresos y digitales, pocos investigadores evaluaron diferentes niveles de comprensión o informaron el tiempo de lectura.

Para profundizar en estas tendencias, realizamos tres experimentos sobre la capacidad de los estudiantes universitarios para captar información en papel y a través de pantallas.

Los estudiantes comenzaron calificando sus medios preferidos. Estos estudiantes realizaron tres tareas después de leer dos pasajes, uno en línea y otro impreso: Describir la idea básica de los textos, enumerar los puntos principales cubiertos en las lecturas y proporcionar cualquier otra información pertinente que puedan recordar. Cuando terminaron, les pedimos que calificaran su capacidad de comprensión.

La extensión de los textos varió a lo largo de los experimentos y recopilamos cantidades variables de datos (por ejemplo, tiempo de lectura). No obstante, surgieron algunos descubrimientos importantes que dieron nueva luz sobre las distinciones entre la lectura de contenido impreso y digital:

La gran mayoría de estudiantes eligió leer digitalmente.

Leer en línea fue sustancialmente más rápido que leer en forma impresa.

Los estudiantes pensaron que entendían más en línea que en forma impresa.

Contrariamente a la creencia popular, la lectura impresa mejoró la comprensión general en comparación con la lectura digital.

Para preguntas generales, el medio no hizo ninguna diferencia (como comprender la idea principal del texto).

Sin embargo, cuando se trataba de preguntas específicas, la comprensión de las personas era considerablemente mayor cuando leían materiales impresos.

Poniendo la impresión en contexto

Hay ciertas conclusiones que pueden extraerse de estos hallazgos para legisladores, maestros, padres y estudiantes sobre el papel de la imprenta en una sociedad cada vez más digital.

1. Considera la meta

Todos leemos por diversas razones. A veces buscamos una respuesta específica a una consulta. A veces deseamos buscar en un periódico los titulares de hoy.

Cuando vayamos a tomar un artículo o texto en papel o digital, debemos recordar por qué estamos leyendo. Es casi seguro que habrá una diferencia en qué medio funciona mejor para qué objetivo.

En otras palabras, no existe una solución de "talla única".

2. Examina la tarea

Uno de los resultados más constantes de nuestra investigación es que el medio no parece importar para algunas tareas. Si todo lo que se supone que los alumnos deben hacer es comprender y recordar el concepto principal o la sustancia de lo que están leyendo, no hay ninguna ventaja en usar un medio sobre otro.

Sin embargo, cuando la tarea de lectura requiere una mayor participación o una comprensión más profunda, los niños pueden beneficiarse de la lectura impresa. Los maestros pueden informar a los estudiantes que los medios que utilizan pueden tener un impacto en su capacidad para comprender el trabajo. Esta información tiene el potencial de reducir la disparidad que observamos entre las percepciones de los estudiantes sobre su desempeño y su desempeño real.

3. Reduce la velocidad

Pudimos desarrollar perfiles significativos de estudiantes universitarios basados ​​en cómo leyeron y comprendieron textos impresos y digitales en nuestro tercer experimento.

Entre esos perfiles, descubrimos un pequeño grupo de estudiantes universitarios que realmente entendieron mejor después de cambiar de impresión a digital. Este grupo de valores atípicos se diferenciaba por el hecho de que leían más lento en la computadora que en un libro. En otras palabras, no daban por sentada la conveniencia de interactuar con texto digital. Tomando este grupo elegido como modelo, los estudiantes podrían ser entrenados o instruidos para combatir la propensión a hojear los textos en línea.

4. Algo que no se puede cuantificar

Dejar de usar papel puede resultar ventajoso por razones económicas y medioambientales. Sin embargo, ciertamente hay algo significativo que se perdería con la pérdida de impresión.

Tenemos libros y artículos a los que nos referimos a diario en nuestra vida académica. Las páginas de estas valiosas lecturas presentan líneas de texto grabadas con consultas o reflexiones. Es difícil imaginar un mismo nivel de conexión con un texto digital. Definitivamente, la impresión siempre debe formar parte de la vida académica de los estudiantes, independientemente de su dominio electrónico.

Por supuesto, entendemos que la tendencia hacia la lectura en línea continuará sin cesar. Y no queremos minimizar las muchas ventajas de los textos en línea, como su amplitud y velocidad de acceso.

Más bien, queremos educar a los nativos digitales de hoy, y a aquellos que dan forma a sus experiencias educativas, que descartar la importancia de la palabra impresa para el aprendizaje y el desarrollo académico tiene grandes costos y repercusiones.

Fuente: Patricia A. Alexander, profesora de psicología de la Universidad de Maryland, y Lauren M. Singer Trakhman, profesora clínica asistente de la Universidad de Maryland El poder perdurable de la impresión en un mundo digital.

Como tener talento ( 2) práctica profunda.

 

Práctica profunda

Has de practicar, pero de la manera correcta

En el anterior post sobre como tener talento (1), comentábamos que había tres elementos esenciales del talento para Dan Coyle en su libro “Las claves del talento” ( The talent code):

Práctica profunda.

Ignición

Y "Master coaching"

Y respecto a la práctica profunda vimos la importancia de A) encontrar el punto dulce y b) la fascinante función de una sustancia llamada mielina que recubre las conexiones neuronales y las hace funcionar mucho más rápido y de manera más coordinada.

Así que seguiremos examinando la práctica profunda.

C) No existe el genio, existe el esfuerzo.

i). Ejemplos famosos de práctica continua.

Algunas de las obras más famosas de la literatura inglesa ( como "Jane Eyre" o "Cumbres borrascosas" fueron escritas por las hermanas Bronte ( Charlotte, Emily, and Anne) antes de morir bastante jóvenes.

Tradicionalmente siempre se había pensado que todo era debido a su genio. Se daba por hecho que habían nacido en un entorno distante y hostil y que estaban especialmente dotadas para la literatura, lo que habían demostrado desde una temprana edad.

Sin embargo parece que no fue así. La ciudad donde vivieron era un nudo de comunicaciones bastante importante, el entorno fue favorable con libros y bastante estimulación, y lo que es más importante,  si bien empezaron a escribir muy pronto, sus primeras obras dejaban bastante que desear.

Examinando con detalle sus escritos se ve que no empezaron siendo geniales, sino que fueron poco a poco aprendiendo hasta hacerse geniales.  Así los elementos de “Cumbres borrascosas” ya estaban presentes de diversas formas en todas las obras de menor calidad que Bronte había escrito con anterioridad.

Es curioso como al ser humano le gusta crear héroes, y pensar que la habilidad es un talento divino, algo que no está al alcance de los demás. Quizá porque el sudor del esfuerzo no queda tan bien como el haber sido elegido por los dioses. O quizá porque pensar que el talento es algo que depende de circunstancias ajenas a nosotros, nos libera de la culpa de pensar que también nosotros podríamos haber llegado al mismo destino si hubiéramos puesto el mismo trabajo.

Eso mismo que Coyle dice de las hermanas Bronte es lo que Geoff Colvin en su libro “El talento está sobrevalorado” ( “Talent is overrated”) afirma de Mozart o de Tiger Woods. Tanto el uno como el otro tenían padres que se dedicaban al mismo campo en el que luego ellos sobresalieron.  Desde pequeños estuvieron practicando y cuando llegaron a ser conocidos a una edad muy joven ya llevaban mucho tiempo de práctica a sus espaldas.

Especialmente revelador también en ese sentido es el famoso experimento de las hermanas Polgar. El padre de estas hermanas que revolucionaron el ajedrez femenino había decidido precisamente tener unas hijas y hacerlas excelentes ajedrecistas, aún sin serlo él, para demostrar que cualquier persona debidamente entrenada puede llegar a conseguir un rendimiento muy elevado en cualquier campo.

ii). Épocas mágicas.

Para Coyle hay en la humanidad diversas épocas en las que el número de peronas con talento en un determinado lugar es impresionante, sobre todo tres Atenas de el 440 al  380 antes de Cristo,  Florencia del 1440 al 1490, y Londres de 1570 a 1640.

Posiblemente el motivo del surgimiento de tantos genios en una época determinada está en el sistema de aprendizaje. Así lo afirma Coyle poniendo como ejemplo el sistema de aprendizaje de Florencia.

Para la época de la Florencia renacentista  Bruce Cole en su libro “El artista renacentista trabajando” ( “TheRenaissance Artist at Work)" afirma que “El sistema de los aprendices, con su largo periodo de estudio, toma de contacto temprana con los diversos materiales, copia y trabajo colaborativo,  permitió que chicos que eran posiblemente bastante ordinarios en todos los sentidos, se convirtieran en hombres con un alto grado de habilidad artística”.

Un claro ejemplo de ese sistema es Miguel Angel que ya desde los seis años empezó a vivir en la familia de un artesano de la piedra, y pasó por todas las fases del aprendizaje hasta que llegó a esculpir el David o La Piedad.

« Si la gente supiera lo duro que tuve que trabajar para ganar mi maestría, no parecería todo tan maravilloso. » Miguel Angel.

Deja de engañarte, el talento no es un regalo, el talento es algo que hay que ganarse practicando, luchando, trabajando. Y para eso es necesario practicar.

 

práctica profunda reglas

nadie dijo que fuera fácil

D) Las 3 reglas de la práctica profunda:

La práctica profunda se ha de realizar de la manera adecuada, y para ello se han de seguir tres reglas según Coyle:

 Regla número uno: División en pequeñas porciones.

Para realizar esta división primero se mira el conjunto. Podemos mirar la actividad realizada por una persona con maestría e imaginarnos que somos capaces de hacerla al mismo nivel.

Después se divide en pequeñas partes ( circuitos) que se trabajan individualmente, luego progresivamente se agrupan ( circuitos interconectados).

El trabajo de esas partes pequeñas se tiene que hacer de manera muy lenta. Así se consigue por un lado ser más consciente de los errores y poder corregirlos y llegar a la perfección, y por otro lado se consigue una mayor sensibilización de la persona a la actividad que está realizando.

Tan importante es la manera en que se practica que en un estudio Barry Zimmerman fue capaz de predecir al 90% el nivel de habilidad en el saque de unos jugadores de voleibol, sin haberlos visto jugar, solo por la información que ellos mismos dieron sobre su manera de practicar.

 Regla dos . Repetición en la zona dulce . Nada es equivalente a la repetición.

El pianista Vladimir Horowitz que seguía practicando aún con 80 años dijo:

“ Si dejo de practicar un día lo noto yo. Si dejo de practicar dos días lo nota mi mujer. Si dejo de practicar tres días lo nota el mundo".

Sin embargo no se trata de repetir de manera inconsciente y rutinaria. Se trata de repetir estando en el punto dulce en el que actúas con cuidado, como si caminaras sobre una capa de hielo. Y eso no puede hacerse por demasiado tiempo. Entre 3 y 5 horas es el máximo que se considera que se puede practicar así, pero muchas veces basta con una hora de práctica si está realizada de una manera adecuada.

Regla número tres: Sentirlo.

Al ir practicando ,poco a poco, comienzas a desarrollar la capacidad de descubrir cuando estás haciendo las cosas mal, y cuando las haces bien. Ha de ser el equivalente a un músico que se sienta incómodo cuando una nota esté fuera de lugar. Es un esfuerzo consciente de saber cuando has tropezado.

La práctica profunda ( que coincide con lo que George Colvin llamaba la práctica deliberada) es para resumirlo como un niño que empieza a caminar. Al principio es duro y el niño se cae, pero es precisamente el niño que le dedica más tiempo y que lo sigue intentando de la manera adecuada arriesgándose a caer el que es capaz de caminar primero.

En un post posterior hablaré de los otros dos elementos esenciales para el talento: la ignición y el “master coaching”.