El catastrofismo ha muerto, viva el anastrofismo.
«Cinco minutos para las diez. La reunión tan cerca y yo con este dolor de cabeza que no me deja casi ni pensar. Y necesito pensar, porque de la reunión de hoy depende mi futuro en esta empresa. Me gustaría poder parar y decir «hoy no señores, hoy no estoy para nada». Pero no … Leer más